“Nuestro rendimiento en la montaña también depende de una respiración correcta”, asegura Alix von Melle. La experimentada alpinista alemana sugiere respirar siempre por la nariz y no por la boca al realizar una de estas actividades.
“Está demostrado que respirar por la nariz es más eficaz, porque así nuestros órganos reciben mejor el oxígeno y tenemos más energía”, explica la deportista alemana.
Esto se debe a que inspirar y expirar por la nariz aporta entre un 10 y un 15 por ciento más de saturación de oxígeno en la sangre.
Sin embargo, esta técnica respiratoria no es tan fácil cuando se está realizando un gran esfuerzo y debe entrenarse conscientemente.
“Se puede probar durante un paseo, al correr o hacer yoga. Y luego se puede seguir practicando durante las caminatas más exigentes”, recomienda Von Melle.
Un ritmo de pasos predeterminado puede ayudar: se inspira por la nariz al realizar un paso y se vuelve a expulsar el aire por la nariz durante los dos pasos siguientes. Lo importante es que la respiración dicte el paso, y no al revés.
“Si la respiración se acelera, hay que bajar el ritmo y dar pasos más cortos. Si después de un rato, uno siente que está más en forma, se puede ajustar el ritmo. Entonces se puede inspirar en un paso y expirar en el siguiente”, señala.
Hasta unos 5 mil metros de altura, respirar con la boca cerrada es posible en terrenos fáciles. En alturas extremas o en pasos difíciles, sin embargo, la alpinista germana recomienda volver a respirar por la boca.
Von Melle ya escaló siete cumbres. En todo el mundo hay solo 14 picos que superan los 8 mil metros de altura sobre el nivel del mar y son las cumbres más difíciles de alcanzar.