Salud y Familia

Cuando la naturaleza es el mejor escape al estrés: Beneficios de realizar expediciones al aire libre

Acercarse a espacios naturales supone mejorías para la salud mental y física ante el estrés, por eso, le sugerimos pautas de cómo trazar expediciones al aire libre.  

Cuando la naturaleza es el mejor escape al estrés: Beneficios de realizar expediciones al aire libre

Las expediciones en grupo propician que los aventureros busquen una meta común. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

A medida que la permanencia dentro de espacios cerrados y urbanizados incrementa, también lo hacen los padecimientos mentales. Así lo revelan datos de una investigación publicada en el Instituto de Planificación del Paisaje y Ecología de la Universidad de Stuttgart de Alemania, en septiembre de este año.

Datos recopilados en la investigación subrayan que para 2050 se proyecta que dos tercios de la población mundial vivirá en áreas urbanas. En consecuencia, la exposición a la naturaleza, y los beneficios de la salud derivados de la misma reducirán.

Aunque no desestima el inevitable desarrollo de las urbes, la investigación presentada por Kristen Jakstis y Leonie K. Fischer para el Instituto de Planificación del Paisaje y Ecología agrega que la prevalencia de enfermedades y trastornos de salud mental -entre ellos la depresión- se relacionan con el crecimiento de las ciudades.

Silvia Cordón, psicóloga clínica con énfasis en psicoenergía, señala que los espacios físicos y los entornos pueden influir en la mente humana. Cuando se trata de lugares cerrados y en la urbanidad, estos pueden generar estrés y ansiedad en las personas que se sitúan dentro de los mismos durante largos periodos.

Un ejemplo de este efecto ha sucedido durante la pandemia y en especial cuando todo el mundo estuvo confinado. El incremento del miedo y la ansiedad fueron experimentados por personas de todas las edades, apunta Cordón.

“Permanecer mucho tiempo en el mismo lugar encerrado puede llegar a limitar la creatividad y la estabilidad emocional”, añade la psicóloga.

Silvia, quien se ha especializado en abordar la relación entre las energías y la psique, apunta que los espacios físicos también suelen guardar memorias energéticas. Esto puede ejemplificarse cuando alguien regresa a un lugar que ya conocía y el ambiente le produce emociones inmediatas.

La meditación y el autoconocimiento pueden surgir de las expediciones en la naturaleza. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La psicóloga apunta la necesidad de comprender cómo los espacios físicos pueden ser positivos o negativos para el rendimiento energético de quienes los habitan. Recuerda que las buenas o malas condiciones de iluminación y ventilación en los espacios cotidianos también influyen en la operatividad del cerebro.

“Son detalles que aún deben considerarse porque muchas personas siguen trabajando desde su casa. Es importante que haya una cercanía con la luz y el aire natural, así como el espacio libre de manera constante”, expresa Cordón.

La psicóloga agrega que estas situaciones pueden provocar estrés: un componente que, de igual manera, ha estado presente en los últimos meses dado el incremento de las atribuciones laborales, familiares y emocionales tanto a distancia como de manera híbrida.

Silvia Cordón explica que el estrés es “una respuesta de nuestro organismo que busca dar solución a lo que se está viviendo, pero en el que está presente la adrenalina y la inquietud”. Ante una constante saturación de estrés, la psicóloga recomienda la naturaleza como salida.

El espacio natural y sus posibilidades

“Es una necesidad vital interactuar con la naturaleza y también es necesario convivir más allá de condicionamientos tecnológicos y de estructuras físicas”, comparte Cordón.

Por otro lado, la publicación de Kristen Jakstis y Leonie K. Fischer, explica que el hecho de estar expuesto a entornos naturales impacta en la esfera fisiológica de las personas en cuanto a que puede reducir la prevalencia de obesidad.

Cordón agrega que en terminos emocionales, la cercanía con la naturaleza aporta a una buena calidad de aire respirado, el cual mejora la concentración, así como la recuperación del nivel de memoria. Por ende, facilita resolución de problemas y mantiene un balance respecto a las preocupaciones.

Este contacto potencia en muchos casos el sentido de la vista ya que se aprecian formas, colores y escenarios distintos a los habituales. En paralelo, fomenta la creatividad y la posibilidad de imaginar nuevos ambientes.

Cualquiera que sea el destino natural, este puede ayudar a las personas a cambiar de perspectiva mental. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Expediciones, aventuras, recorridos o paseos en la naturaleza son importantes de considerar, apunta la psicóloga Cordón. Cualquiera que sea el tipo de contacto con el entorno natural, este podrá generar algo nuevo en las personas.

Estuardo Paz tiene 47 años, es ingeniero en sistemas y vive en ciudad de Guatemala. De pequeño solía recorrer volcanes y senderos junto a los adultos de su familia, y con el pasar del tiempo llevó esa costumbre a sus hijos, con quienes solía ir a la naturaleza cada mes, previo a la pandemia.

Con la reapertura de ciertos lugares, Estuardo y sus hijos volvieron a visitar volcanes, parques arqueológicos y reservas naturales.

Más allá de la responsabilidad ecológica que ha aprendido a desarrollar gracias a estos acercamientos, el ingeniero comenta que las expediciones le han permitido repensar su propia vitalidad frente a la naturaleza.

“En términos físicos me ha ayudado a reducir los niveles de presión. Emocionalmente, me ha aportado a tener menos cansancio mental. Se trata de una distracción a los problemas”, comparte el explorador.

Adentrarse en la naturaleza puede traer beneficios físicos y mentales a las personas. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Estuardo agrega que una gran particularidad de realizar expediciones en la naturaleza radica en hacerlas acompañado. Esto le ha permitido estrechar vínculos tanto con allegados como con personas que ha conocido en aventuras organizadas por terceros.

Pero, sobre todo, “se estrecha la relación con uno mismo. Se aprende a confiar en las capacidades personales para alcanzar la meta de llegar al destino natural, pero también a estar en un diálogo y escucharse”, dice el ingeniero.

A decir de la psicóloga Silvia Cordón las expediciones o paseos de manera individual contribuyen en llevar a cabo espacios de meditación y de encuentro personal. Por otro lado, la compañía puede generar un acercamiento entre personas.

Cualquiera que sea la actividad, la psicóloga recomienda que todas las personas mantengan un contacto frecuente con el espacio libre y la naturaleza, más allá de la urbanidad y los encierros.  

Recomendaciones para aventurarse

Erick Xicará es gerente financiero y durante los últimos 47 años ha sido parte de la Asociación de Scouts de Guatemala. Además, forma parte del Equipo Nacional de Adiestramiento, que se encarga de la capacitación de adultos que desarrollan el programa scout para menores.

Luego de casi cinco décadas de realizar actividades al aire libre, Erick se ha especializado en realizar expediciones. Asegura que ese contacto “provee de paz y tranquilidad”, puesto que se está lejos del bullicio de la ciudad.

El scout comparte que previo a cada expedición deben contemplarse varios elementos esenciales. El principal radica en la parte económica, ya que el dinero permitirá el transporte, la entrada al lugar y la adquisición de varios implementos necesarios.

Sugiere que una buena práctica consiste en ahorrar parte de los ingresos mensuales y establecer con anticipación el destino anhelado y cuál es el tipo de actividad que se desea realizar.

Luego se debe contemplar la seguridad y la accesibilidad del lugar. Un detalle importante relacionado a esas consideraciones tiene que ver con el acompañamiento de personas especializadas o guías.

Es necesario que los implementos para las expediciones se correspondan al tipo de destino que se visita. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

“Se recomienda ir con una persona que conozca del tema y que tome en cuenta el acceso al lugar, que conozca qué tan seguro es y que sepa si hay estaciones de primeros auxilios cercanos como bomberos, centros de salud u hospitales”, apunta.

Elegido el destino, la persona o grupo con quien se realizará la expedición, Erick recomienda llevar algunos implementos que -de acuerdo con el tipo de lugar- pueden ser útiles. Entre ellos destaca ropa y calzado cómodos que dependerán del clima y geografía; y una mochila, ya sea liviana si es un viaje corto o mediana si es para acampar.

También sugiere considerar un botiquín de primeros auxilios, un impermeable, radios intercomunicadores o dispositivos para comunicarse, con suficiente carga.

En cuanto a los alimentos, estos dependerán del tipo de expedición, pero son recomendables: frutos frescos, productos deshidratados, embutidos, barritas energéticas, conservas enlatadas, chocolate, avena, pasta, arroz blanco, y en especial, mucha agua.

Erick comenta que una gran opción para realizar expediciones puede ser a través de grupos que organizan rutas.

De elegirlos, Xicará recomienda prestar atención a la experiencia que tengan organizando aventuras, los costos de las mismas (y qué incluyen), así como la movilidad de la que disponen y los requisitos que hagan en temas de vestimenta e implementos.

Para los interesados en hacer expediciones, Erick sugiere contactar a los Scouts de Guatemala o a la Federación Nacional de Andinismo, organizaciones que realizan actividades al aire libre durante el año. Otras opciones de grupos son Escuintla Adventure, K’ashem o Pata de Chucho.

Algunos lugares accesibles en la ciudad capital o en los alrededores, donde también se pueden realizar actividades en la naturaleza son:

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