Pero los expertos en la salud ocular advierten que los adhesivos de estas extensiones de pestañas pueden provocar alergias e infecciones. La Academia Americana de Oftalmología advierte que entre los posibles riesgos asociados con las extensiones de pestañas cosméticas y los adhesivos con los que se fijan están las infecciones de córnea y de párpado, lo que ocasiona la pérdida permanente o temporal de las pestañas naturales e la hinchazón del párpado.
Por su lado, el Ministerio de Salud japonés manifestó su preocupación por el aumento de infecciones causadas por esta moda del uso frecuente de estas falsas pestañas.
De acuerdo con la revista Medical Daily, es el motivo que más daña las pestañas naturales. “El peso de utilizar extensiones todo el tiempo puede causar tensión en el folículo del cabello y eventualmente hacer que se caiga y que no vuelva a crecer”, explica la revista especializada.
Uno de los principales culpables es el pegamento que se utiliza para colocarlas, ya que algunos contienen la sustancia química formaldehído, la cual es conocida por causar reacciones alérgicas. Además, la longitud de las extensiones es otro factor de riego al acumular mayor suciedad y bacterias.
Como con todos los tratamientos de belleza, cuando las extensiones se usan de manera puntual y correcta, ayuda a conseguir una mirada más atractiva, pero para quienes optan por tratamientos no regulados el resultado puede ser desde una inflamación a una conjuntivitis, que genera daños en la córnea, llegando a hacer agujeros en esta última.
El riesgo de los esmaltes en gel
Otro caso de preocupación en los últimos tiempos es el abuso continuado de los esmaltes de gel, que dejan las uñas con un acabado perfecto y duran más que los convencionales. Pero dermatólogos consideran que puede ser agresivo para las uñas. Una experta en el sector de la estética, Ainhoa Delgado, aclara que las mujeres que utilizan este esmalte “ocasionalmente” no deben de preocuparse, pero deben saber que su uso frecuente deben puede tener riesgos potenciales.
La Academia Estadounidense de Dermatología advirtió en un comunicado de prensa lanzado en su reunión anual, en Miami, que el uso de los esmaltes de gel puede ser “duro” para las uñas. Los especialistas creen que pueden hacer que las uñas pierdan grosor y se hagan más finas y frágiles, lo que puede asociarse con una pérdida de brillo y un mayor riesgo de rotura.
También apuntan que llevar las uñas cubiertas mucho tiempo con un esmalte podría camuflar enfermedades de las uñas, que solo pueden diagnosticarse visualmente.
Además, según el comunicado, se sospecha que las lámparas ultravioletas utilizadas para secar la pintura podría asociarse con un mayor riesgo de cáncer de piel, aunque esta afirmación no se acompaña de ningún estudio.