El cáncer se origina cuando las células crecen sin control y sobrepasan en número a las células normales, lo cual provoca que al cuerpo se le dificulte funcionar como lo debería de hacer. Esta enfermedad puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo y los diversos tipos pueden tener algunas similitudes, pero son diferentes por la manera en que crecen y se propagan en el cuerpo, explica la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
Algunos tipos de cáncer crecen y se propagan rápidamente mientras que otros crecen más lentamente. También responden al tratamiento de diferente manera, ya que algunos se tratan mejor con cirugía y otros responden mejor a los medicamentos, como quimioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida o terapia hormonal. A menudo se utiliza más de un tipo de tratamiento para conseguir resultados más efectivos.
Cáncer más común
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OPS), cada año fallecen por esta enfermedad 1.1 millones de personas. Sin embargo, se estima que entre el 30 y 40% de los casos pueden ser prevenidos y otro 30% puede curarse, mediante la detección temprana seguida de un tratamiento efectivo.
Este año, bajo el lema “Yo soy y voy a…” la OPS hace un llamado para que a nivel colectivo e individual cada persona se comprometa a fortalecer las acciones dirigidas a reducir el impacto del cáncer, por ejemplo, informarse acerca de los síntomas y factores de riesgo, hacerse chequeos médicos anuales que ayuden a la detección temprana de esta enfermedad y a tener un mejor estilo de vida.
En Guatemala, los tipos de cáncer que más se registran son: cáncer de cuello uterino y de mama para las mujeres; así como de próstata, piel y estómago para los hombres, según datos del Instituto de Cancerología (INCAN).
Cáncer de cuello uterino
En el 2014 y 2015, el cáncer de cérvix representó el 31.6% de casos en el país y en el 2017 fue la causa de muerte de 793 mujeres, según Global Cancer Observatory (Globocan). Este es un tipo de cáncer que se produce en las células del cuello uterino, la parte inferior del útero que se conecta con la vagina. Es causado por el virus del papiloma humano (VPH), que se contagia por contacto sexual. El cuerpo de la mayoría de las mujeres es capaz de combatir la infección de VPH, pero algunas veces, el virus conduce a un cáncer.
De acuerdo con Walter García, cirujano oncólogo y jefe de unidad en el INCAN, la mayoría de los tipos de cáncer, en sus etapas tempranas, son indoloros, por ello la importancia de los chequeos médicos anuales, como el papanicolaou. En atapas avanzadas, el cáncer de cérvix puede causar dolor en la pelvis o sangrado vaginal al tener relaciones sexuales.
Cáncer de mama
El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin control, en el 2014 y 2015 representó el 19.2% de casos de cáncer en mujeres. Los síntomas consisten en sentir un bulto o engrosamiento en la mama, cambio de tamaño o forma de la mama, Descamación, desprendimiento de la piel, formación de costras y pelado del área pigmentada de la piel que rodea el pezón.
Entre los principales factores de riesgo, según García, se encuentra ser mayor de 50 años, tener antecedes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovario, un inicio temprano de la menstruación antes de los 12 años y comienzo de la menopausia después de los 55. No tener actividad física y tener sobrepeso; tomar hormonas, quedar embarazada por primera vez después de los 30 años y no amamantar.
Cáncer de próstata
La próstata es una pequeña glándula en forma de nuez en los hombres que produce el líquido seminal que nutre y transporta el esperma. Mayo Clinic indica que, por lo general, el cáncer de próstata crece lentamente y se limita inicialmente a la glándula prostática, donde puede no causar daños graves. Sin embargo, mientras que algunos tipos de cáncer de próstata crecen lentamente y pueden necesitar tratamiento mínimo o incluso ningún tratamiento, otros tipos son agresivos y se pueden diseminar rápidamente.
Los síntomas pueden presentarse en etapas avanzadas. Estos consisten en problemas para orinar, diminución en la fuerza del flujo de la orina, presencia de sangre en el semen, molestia en la zona pélvica y disfunción eréctil. Entre los factores de riesgo están: la edad, ya que al ser mayor de 40 años se tiene más riesgo a sufrir este tipo de cáncer; antecedentes familiares y tener sobrepeso.
Cáncer de piel
El cáncer de la piel se desarrolla, en su mayoría, por el exceso de exposición al sol, como en el cuero cabelludo, rostro, labios, orejas, cuello, pecho, brazos y manos. Aunque puede ocurrir en zonas que no reciben luz solar, como las palmas de las manos, debajo de las uñas y en el área genital. Para las mujeres, en el 2014 y 2015, representó el 7.9% de los casos de cáncer reportados; mientras que para los hombres el 12.6%.
Los factores de riesgo, más allá de la excesiva exposición al sol, haber tenido una o más ampollas de quemaduras por el sol, tener lesiones en la piel conocidas como queratosis actínicas y tener antecedentes familiares de cáncer de piel. La mayoría de los tipos de cáncer de piel se pueden prevenir, al evitar el sol o usar protector solar de amplio espectro con un FPS de al menos 30, evitar las camas solares y controlar cualquier cambio.
Cáncer de estómago
Este tipo de cáncer, denominado adenocarcinoma, comienza en las células que recubren el estómago y producen mucosidad. Representó el 10.3% de los casos de cáncer en hombres reportados en el 2014 y 2015, mientras que para las mujeres fue de 3.3%.
Entre los síntomas se puede mencionar la fatiga, sensación de hinchazón después de comer, sensación de saciedad después de ingerir pequeñas cantidades de comida, ardor de estómago intenso y persistente, fuerte indigestión constante, dolor estomacal, vómitos constantes y adelgazamiento involuntario.
Los principales factores de riesgo de cáncer de la unión gastroesofágica es la historia clínica de enfermedad por reflujo gastroesofágico y de obesidad, dice Mayo Clinic.
Consejos para reducir riesgos
Para reducir las probabilidades de desarrollar cáncer o ser diagnosticados en etapas avanzadas, la salud preventiva es esencial, enfatiza Jane Méndez, jefa de cirugía mamaria en el Miami Cancer Institute, que forma parte de BaptistHealth South Florida. Esto se traduce en mantener un estilo de vida saludable a través de la alimentación y actividad física, conocer su riesgo de cáncer por historial familiar y genética, acudir a sus citas médicas y realizarse los exámenes de detección anuales recomendados por expertos según la edad.
Según Mayo Clinic, entre las principales acciones que podrían ayudar a reducir los riesgos de sufrir algún tipo de cáncer se encuentra:
- No consumir tabaco: El uso de cualquier tipo de tabaco lleva casi irremediablemente al cáncer. Fumar está relacionado con varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello uterino y riñón. El tabaco de mascar se ha relacionado con el cáncer de la cavidad oral y del páncreas. Incluso, ser fumador pasivo podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
- Dieta saludable: Consumir muchas frutas y verduras, alimentos de origen vegetal, como los granos integrales y frijoles, es parte de una alimentación sana. Comer más ligero y sin grasa ayudará a evitar la obesidad, que causa diversos tipos de cáncer. Ingerir alcohol con moderación, ya que este aumenta las probabilidades de padecer cáncer de colon, pulmón, riñón, hígado, entre otros. También evitar las carnes procesadas.
- Actividad física: Mantenerse activo, además de ayudar a controlar el peso, ayuda a evitar factores de riesgo del cáncer de mama y de colon. Pero para obtener beneficios sustanciales para la salud, esfuércese por conseguir al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa.
- Protejerse del sol: Mantenerse a la sombra y evitar el sol de entre las 10 y 16 hrs, cuando los rayos son más fuertes. Utilizar protector solar, incluso en días nublados.
- Evitar comportamientos riesgosos: Evitar comportamientos de riesgo que puedan conducir a infecciones que, a su vez, podrían aumentar el riesgo de cáncer. Por ello, es necesario mantener relaciones sexuales seguras y no compartir agujas con personas que usan drogas intravenosas.
Exámenes médicos
Cada año, según la edad e historial médico, hombres y mujeres deben priorizar sus exámenes anuales de detección del cáncer.
Para las mujeres mayores de 40 años, se recomienda hacer una mamografía cada año para la detección de cáncer de seno y la prueba de Papanicolau a partir de los 21 años para lograr una detección temprana del cáncer de cérvix, opina Jane Méndez, jefa de cirugía mamaria en el Miami Cancer Institute, que forma parte de BaptistHealth South Florida.
Los hombres, debido a que el cáncer de próstata es uno de los más comunes, deben comenzar a hacerse la prueba anual para detectar cáncer de próstata a los 50 años. Eso incluye el examen rectal digital realizado por un médico de atención primaria. Un segundo examen que consta de una prueba de sangre antígeno prostático específico (PSA). “La mayoría de los hombres sin cáncer de próstata tienen niveles de PSA por debajo de 4 ng/ml de sangre. Cuando se desarrolla el cáncer, el nivel de antígeno prostático específico a menudo pasa por encima de 4. Sin embargo, es importante destacar que un nivel por debajo de 4 no es una garantía de que un hombre no tenga cáncer”, comenta.
Es importante que tanto los hombres como las mujeres consideren hacerse una prueba genética, dependiendo de su historial médico y genético, ya que pueden ser ellos mismos predispuestos a un tipo de cáncer o transmitir un gen inductor de cáncer a sus hijos. Si tiene historial familiar, consulte a su médico qué tipo de exámenes de realizar.