Para la mayoría de familias en Xela la remolacha es un ingrediente accesible, preparado comúnmente en ensalada, pero la repostera quetzalteca lo ha convertido en su cómplice al incluirlo como parte de un postre, llamado carlota de remolacha.
Pruebe estas delicias quetzaltecas:
También invita a degustar buñuelos de manjar de elote. Ambos son fáciles de preparar.
Buñuelos rellenos de manjar de elote
Ingredientes
Para buñuelos: 1/2 taza de harina, 1/8 de cdita. de royal, 1 huevo 2 cdas. de leche fluida, 1/8 de taza de agua, sal.
Manjar de elote: 1 elote, 1 taza de agua, 5 cdas. de azúcar y 5 de leche evaporada, 1 raja de canela, sal.
Almíbar: 1 taza de agua, 2 Oz. de panela, 1 hoja de higo.
Buñuelos rellenos de manjar de elote. (Foto Prensa Libre: María José Longo)
Preparación
Colocar en un tazón todos los ingredientes secos y luego, los líquidos de los buñuelos, mezclar todo y reservar. En una sartén colocar abundante aceite y cuando esté caliente agregar con una cuchara la mezcla para ir formando bolitas. Para el manjar de elote, desgranar el elote, licuar y colar. Luego agregar en una olla con el azúcar, la leche, la canela y la sal por 10 minutos. Por último, rellenar los buñuelos. Finalmente, para el almíbar se ponen a hervir en una olla todos los ingredientes y listo.
Carlota de remolacha
Ingredientes
1/2 taza de crema pura
1/2 taza de leche condensada
1/2 taza de leche evaporada
1/4 taza de puré de remolacha
1 cucharada de grenetina
1 bolsa de chequeadores
Carlota de remolacha. (Foto Prensa Libre: María José Longo)
Preparación
Hidratar la gelatina sin sabor. Agregar té de manzanilla. Mezclar la leche y el azúcar y colocar en moldes, de preferencia circulares. Refrigerar hasta que estén cuajados.
Para la salsa se deben cocinar las cerezas con canela, azúcar y panela. Esperar a que espese y dejar a que se enfríe.
Desmontar la panna cotta del molde y servir en un plato plano.
Agregar la salsa de cerezas y decorar con unas ramitas de manzanilla.
La Chef: Úrsula Hernández Cifuentes
Para esta repostera, cocinar es su pasión, además de ser una habilidad heredada de su madre, quien es chef. Estudió repostería en el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), en Quetzaltenango. También se formó en etiqueta y protocolo. Sus creaciones pueden probarse en el restaurante Fitos, de Quetzaltenango.