Salud y Familia

El arte sirve para sanar cuerpo y mente

Unas 20 personas asistieron el domingo a la charla El maravilloso mundo de la arteterapia, dictada por la psicóloga e instructura de arte Paulina Buonafina Aguilar, en Artemis de Pradera Concepción, para comprender cómo el proceso creativo puede ayudar a tratar padecimientos y emociones.

La psicóloga Paulina Buonafina dicta la charla El maravilloso mundo de la arteterapia, en Artemis Pradera Concepción. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

La psicóloga Paulina Buonafina dicta la charla El maravilloso mundo de la arteterapia, en Artemis Pradera Concepción. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)

“La psicología y el arte, ya sea el baile, danza o pintura, se unen con un fin, al ayudar a que la persona explique cómo se siente y eliminar estigmas”, explicó Buonafina, artetereapeuta de niños, adolescentes, adultos y empresas, graduada de Psicología en la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, y con estudios en Barcelona, España, La Habana, Cuba y París Francia.

Hay que recordar que cuando ocurren catástrofes o incidentes, a los niños se les pide que dibujen para que sea un medio de expresión en situaciones delicadas, añadió. “También, a través de simbología y colores, ayuda a la persona a transmitir lo guarda en su interior”, dijo. Por ejemplo, una persona puede representar a la esperanza como una semilla, un girasol o un árbol, sin interpretar colores o formas.

La arteterapia ayuda a mejorar el bienestar físico, mental y emocional de las personas de todas las edades. Ha stevido para tratar enfermedades como cáncer, desórdenes alimenticios o depresión. Es una buena alternativa para aquellas personas, tanto niños y adultos, a quienes les es difícil expresarse, ya que puede dar rienda suelta a la creatividad para manifestar pensamientos y sentimientos.

Los países pioneros en ponerla en práctica son el Reino Unido y Estados Unidos. En este último país, en todos los hospitales se brinda apoyo a los pacientes mediante la arteterapia.

El artista  británico Adrian Hill (1885-1977) acuñó este término, cuando logró recuperarse de tuberculosis en un hospital durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que después lo puso en práctica para tratar diversas enfermedades.

“A mí el arte me ayuda a relajarme. De vez en cuando pinto y esta actividad me ayuda a alejar tensiones”, dijo una de las asitentes.

Más información, en el blog de Buonafina Aguilar.

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