En el Medioevo, el verde era considerado el color del amor, pero también de las serpientes y los demonios. La historia nos recuerda incluso que el verde arsénico era el color preferido de Napoleón.
Actualmente, el verde vive un boom. En la feria de muebles de Milán, en abril, se pudieron ver muchos muebles en tonalidades verdes como jade, aloe, aguacate, lima, pistacho, pino y abedul.
Para los decoradores, el verde provoca asociaciones positivas, ya que recuerda al bosque y puede por eso generar un ambiente distendido en cualquier salón de estar.
En líneas generales, el verde calma y se asocia con la paz y la tranquilidad. Por eso, es un bien contrapunto a la tecnología que gobierna hoy en día nuestras vidas, equilibrando materiales como el acero, el hormigón, el latón y colores como el negro, el blanco y el gris, que marcaron durante mucho tiempo la tendencia en diseño.
Vitra presenta actualmente la silla de plástico All Plastic Chair de Jasper Morrison en un verde oscuro saturado. Su sofá Soft Modular Sofa se consigue en un verde bosque brillante.
En el caso de Pedrali, la silla Nemea del trío de diseñadores Michele Cazzaniga, Simone Mandelli y Antonio Pagliarulo fue ideada en verde oscuro. “Nos decidimos muy conscientemente por una versión de la silla en verde porque este color subraya el valor y lo natural de la madera”, dice Pagliarulo.
Los hermanos Campana también presentaron un mueble verde, la cómoda Aquário Cabinet para BD Barcelona Design. El frente une madera con vidrio verde, un juego entre materiales fríos y cálidos, transparentes y opacos.
Y en el stand de Moroso en Milán se exhibieron el sofá Belt, de Patricia Urquiola, cuyo nombre remite a las cintas de cuero que atraviesan el tapizado verde, así como la poltrona Take a Line for a Walk de Alfredo Häberli en un verde
grisáceo.
Cosentino eligió el verde pistacho para una cocina. Muchos diseñadores optan por el verde para sus cocinas, como Giulio Cappellini y Alfonso Arioso con la cocina KS Kitchen para Del Tongo, cuyo frente es verde musgo. También hay un toque de color en la nevera de Smeg, inspirada en el frente de un Fiat 500 y en la que brilla el verde de la bandera italiana.
Incluso los pisos vienen en verde: dos ejemplos son la alfombra en verde jade de los arquitectos Neri & Hu para la marca Nanimarquina así como el piso de vinilo del fabricante Bolon.
Que los colores en general y las tonalidades de moda en particular se vuelven cada vez más importantes está demostrado por los numerosos clásicos que se consiguen ahora renovados en los colores de la temporada, como la silla S43 de Mart Stam para Thonet.
En el stand de ClassiCon en Milán también se pudo apreciar en verde el sillón Bibendum diseñado por Eileen Gray en 1929.
Sin embargo, es importante dar con el tono adecuado: un verde abeto queda elegante, y por eso se lo usó durante décadas para los coches de carrera británicos (de ahí que se lo conozca como British Racing Green). El verde pino queda bien en los ambientes rurales, mientras que el aloe y el jade estarán de moda este verano.