De ese viaje surgió un documental. “Con el tiempo, quienes veían el material en video me pidieron que escribiera un libro que recopilara los aspectos que no se vieron. Así, el libro empezó a tomar forma en mi cabeza”, indica.
¿Qué tipo de hallazgos hay en libro?
Este libro deja evidencia del cambio climático. Es algo que ya no se puede negar. Hay un calentamiento gradual y anormal de la temperatura. En el viaje se nota que los casquetes polares se derriten a una velocidad increíble, los osos polares deben nadar decenas de kilómetros para encontrar hielo. Muchos mueren en ese viaje.
Usted argumenta que existe una comparación entre el cambio climático y la desaparición de la civilización maya…
Y existe. Aunque no podemos hablar de un cambio climático, yo me atrevería a decir, un cambio ambiental.
En el declive de la civilización maya, los príncipes peleaban por la hegemonía y esas guerras, esas grandes ciudades consumían muchos recursos. Al final se quedaron ellos, después de haber convivido armoniosamente con la naturaleza. Todo terminó con el abandono de sus ciudades por falta de alimento y sequías extremas.
¿Fue provocado por la deforestación excesiva?
El mal uso de sus recursos. Es lo mismo que sucede ahora, pero en la actualidad se le agrega el componente de la quema de combustibles fósiles. Arqueólogos coinciden que los mayas tuvieron su ocaso por eso.
¿Existe retroceso para el cambio climático?
Quisiera pensar que sí, pero es difícil. El clima ya cambió. Para lo que sí estamos a tiempo es detener el deterioro ambiental.
¿Es un libro para reflexionar?
En muchos aspectos sí, y no solo sobre el cambio climático. Quiero que sea una lección de vida para comprender que cuando uno se propone algo —en este caso me quería ir a investigar en el Polo Norte—, se puede lograr. Es cuestión de fe y enfocarse en la meta que se tiene.
El libro Aventura Extrema, una épica aventura en el Polo Norte se puede adquirir en las librerías del país.