Ya vivíamos en una sociedad que iba muy de prisa. Estábamos en el ciclo fatídico (trabajo-deudas a pagar-trabajo), lo que yo llamo el “esquema sicodown”. Y llegó la temporada de temor, estrés sobreañadido y enfermedad, en la cual el cuerpo ha tirado de reservas para mantener el correcto funcionamiento de los sistemas nervioso e inmunológico, y el control del metabolismo.
Para ello, necesita materias primas como zinc, cobre, magnesio y vitaminas E, A y C, además de proteínas, aminoácidos, grasas saludables (omega 3) y carbohidratos de absorción lenta. Aparte de otros minerales, que por su sobreuso comienzan a escasear. Y entonces, el ADN no se puede replicar correctamente, no se forman células nuevas para reponer y aparece el daño o lesión celular. Todo esto va acompañado de disminución del descanso y de poca actividad deportiva y de ocio. Así comienza la catástrofe.
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No deben faltar los cinco minerales grandes:
-Hierro, para la formación de hemoglobina y transporte de oxígeno, aparte de ser cofactor de reacciones químicas y del aumento del sistema inmunológico.
-Zinc y cobre, para formar nuevas células para la salud de la piel, el pelo, el colágeno y la médula ósea, la salud inmunológica y el aumento de la testosterona y la hormona de crecimiento.
-Magnesio: es bueno para el sistema óseo, funcionamiento de enzimas, crecimiento celular, control del potasio, equilibrio ácido básico, sistema inmunológico, absorción y mantenimiento de los niveles de calcio. Sin olvidar a su primo, el manganeso, con poderosa acción antioxidante, catalizador de reacciones bioquímicas enzimáticas y modulador de otros minerales.
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Debiera tomarse un suplemento mineral portador de estos elementos a primera hora de la mañana, con la comida, bajo supervisión médica.
Por otro lado, están los flavinoides y las vitaminas que no deben faltar. La E es antioxidante, reparadora, anticancerígena y antiinflamatoria. El retinol o vitamina A también es reparador antioxidante y regenerador. La C es la reina del organismo. Sin ella morimos, literalmente, pues vigila todo lo que ocurre en el cuerpo, por lo que siempre está en déficit.
Todo esto va unido a una dieta con verduras, frutas, hortalizas, sin azúcar ni edulcorantes de ningún tipo de ningún tipo. Solo tomar el azúcar natural de los alimentos, y abundante pescado blanco o suplementación con omega.
En estos tiempos, la nutrición y la suplementación son claves para la salud. Ante cualquier duda sobre suplementación, consulte siempre a su médico.
Comida
Doctor Luis Montiel
Comer bien no es lo mismo que nutrirse bien.