Una persona en su infancia observaba con frecuencia cómo su madre se quejaba por la falta de recursos económicos, ella no podía pagar el servicio de energía eléctrica, a veces el agua, o bien pasaba períodos de vacas flacas. En una ocasión, compró una botella de aceite, la cual colocó en una ventana, pero uno de los hermanos por casualidad al abrirla dejó caer la botella y esta se rompió.
Al ver el aceite derramado, la madre se puso a llorar reclamándoles, pues ella ya no tenía dinero para comprar más aceite. Esta persona recordaba cómo su mamá frustrada por el acontecimiento había corrido a su cuarto a llorar, mientras que él con su hermano se miraron a los ojos sin saber qué hacer para consolarla.
Otro de los acontecimientos que vivió fue una vez que acompañó a su mamá a visitar a un familiar, ella se sentó desconsolada a contar lo malo que le sucedía y al final pidió dinero prestado para terminar de completar los gastos del mes.
En su vida adulta esta persona experimentaba frustración en los momentos de insolvencia económica, se quejaba de la vida, de no haber nacido en un hogar adinerado, por no tener un mejor sueldo, del trabajo que hacía, en fin, sufría mucho por la crisis y escasez económicas que pasaba. Luego de realizar un proceso profundo de autoindagación para reflexionar sobre la frustración que sentía, revivió en su mente aquellos sucesos que había vivido con su madre y percibió como él inconscientemente se enganchaba a la sensación de frustración que había visto con su madre y de esta manera reconoció que su frustración personal no era originada por las malas rachas económicas que tenía sino por la repetición emocional de la frustración que había observado en la mamá.
Luego de hacerse consciente y atender este malestar emocional arraigado, liberó la frustración ajena que cargaba en su interior, lo cual trajo bienestar a su vida. Después de este proceso de restauración ya no atravesó amarguras de esta índole, no debido a que las circunstancias de su vida fueran prósperas, más bien era el resultado por no tener frustración ajena en su interior. En resumen, el ser humano sin darse cuenta absorbe conductas que observa de otras personas, las cuales causan impacto en su vida, por esta razón el conocimiento de uno mismo es importante para percibir y liberar modelos mentales negativos.
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Conducta
André Armas, Educador y consejero de bienestar
El ser humano sin darse cuenta absorbe conductas que observa de otras personas.