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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta de alimentos debe ser en relación con las necesidades del organismo y esta debe ir acompañada de ejercicio físico regular para tener un buen sistema inmunológico, aumentar la productividad y tener un buen desarrollo físico y mental.
Pero, más allá de comer, también es importante prestarle atención a cómo lo hacemos, ya que esto podría influir en nuestra digestión. Según Héctor Luna, gastroenterólogo, “la digestión es un proceso por el cual nuestros alimentos se convierten en productos útiles para nuestro cuerpo”.
De esta manera, se puede aplicar el famoso dicho “eres lo que comes”, pues, según los alimentos que consumimos, así será lo que nuestro cuerpo aproveche para su buen o mal funcionamiento.
Además, la nutricionista Iris García dice que “el sistema digestivo influye en la forma en la que nos desenvolvemos” y explica que en el intestino delgado existen bacterias buenas y malas que están relacionadas con nuestro estado de ánimo, así como con procesos cognitivos. “Lo importante es alimentarnos de forma saludable”, añade.
El proceso de la digestión
Luna dice que la digestión inicia a partir de que los alimentos son introducidos a la boca, donde, al haber masticación, son fraccionados y, con las enzimas de la saliva, se convierten para que más adelante sean absorbidos.
Después, estos pasan por el esófago que los transporta al estómago, donde se mezclando con ácido gástrico para que las sustancias sólidas se vuelvan semisólidas.
Seguido de esto, pasan por el intestino delgado en forma de papilla, hechos una masa homogénea y, en el duodeno (parte del intestino delgado que está al final del estómago), interviene otro proceso de digestión.
Finalmente, se una la bilis y los jugos pancriáticos encargados de fraccionar los alimentos para que estos sean absorbidos y aprovechados por el cuerpo para su funcionamiento.
Según Luna, el proceso de digestión se da entre 4 y 6 horas, pero esto dependerá de la cantidad de comida, si esta fue bien masticada, qué tan sólida era y cuánta proteína contenía.
La importancia de una buena digestión
“Una buena digestión es importante para aprovechar los nutrientes adecuadamente”, dice Luna, ya que esto es esencial para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo. Además, debido a que este proceso inicia desde que los alimentos son introducidos ala boca, también es importante masticar bien.
Para mejorarla, existen distintos hábitos que pueden ayudarnos:
Alimentación
La calidad de la comida es importante, pues esta debe incluir fibra y los probióticos para facilitar el proceso de digestión. “La fibra promueve el tránsito intestinal”, dice García, y los alimentos en los que podemos encontrar son las leguminosas y los panes integrales.
Como probióticos, es recomendable consumir yogur, que son bacterias buenas para nuestro organismo y que compiten con las bacterias malas del intestino, las cuales provocan gases y diarrea, dice Luna, quien también sugiere tomar un té digestivo después de la comida, como el de jazmín.
Asimismo, el gastroenterólogo recomienda ingerir menos cantidad de grasa, comer carne magra y evitar comida muy condimentada, pues esto hace que el estómago trabaje más y que produzca más ácidos gástricos.
“Incluya frutos secos como pasas y ciruelas, y beba por lo menos 3 litros de agua al día”, dice Luna.
De acuerdo con García, hidratarse es importante porque el agua influye en la absorción de nutrientes y ayuda a que pasen las heces, evitando el estreñimiento. Si usted padece de problemas gastrointestinales, evite los lácteos.
Ejercicio
¡No se estrese! Esto perjudica la digestión. Luna recomienda que realice por lo menos de 20 a 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico (correr, caminar, bicicleta). De igual forma, García explica que el ejercicio promueve el tránsito intestinal.
Otros hábitos
Además de lo anterior, es importante que, al introducir los alimentos con la boca, se mastique con paciencia. “Muerda tranquilamente y recuerde que todos los sentidos son importantes para disfrutar los alimentos”, dice García, quien recomienda estar consciente al comer, y no distraerse con el teléfono o la televisión.
Asimismo, Luna recomienda masticar con tranquilidad, pues esto permite triturar mejor los alimentos y evitar que el estómago se esfuerza más de lo necesario y que produzca ácidos gástricos de más. “Si mastica bien, la digestión se hace más fácil”, agrega.
Luna también recomienda que en su dieta incluya cinco comidas diarias, tres principales y dos pequeñas, en las que “incluya todos los nutrientes de la escala de nutrición en justa medida”, dice. Y enfatiza en la calidad de la comida.
También debe recordar establecer horarios de comida. “Si comemos en desorden y a la hora que podamos, esto contribuye a que nuestro organismo produzca ácidos todo el tiempo, y esto provoca úlceras, gastritis y obesidad”, explica el gastroenterólogo.
Y, si usted está acostumbrado a saltarse las comidas, esto podría traerle consecuencias como la obesidad, pues, al hacer esto, el organismo almacena la siguiente comida en forma de grasa, como un mecanismo de defensa que lo prepara a una próxima jornada de hambre.
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