A criterio de la experta, por lo general, la madre educa con mayor afectividad, mientras que el padre prepara a niños y adolescentes a que tengan una mejor interacción social. “Otro detalle se relaciona con las actividades cotidiana. Por ejemplo, un hijo varón se sentirá más cómodo si su progenitor le enseña a ir al baño”, agregó Godínez.
Los pequeños que viven en un hogar en el que los roles materno y paterno están en equilibrio, tienen mayor seguridad y forjan una personalidad más fuerte. “Sin duda, el padre es fundamental para la creación de valores, pues los niños ven en él a un héroe”, comentó la psicóloga.
Aunque en este punto hay que aclarar que el padre debe mostrarse humano, con virtudes y defectos, dijo Godínez, quien agregó que no es malo cometer errores, pero hay que recordar que ser papá significa enseñar a ser mejores cada día.
¿Cómo lograrlo?
La rutina, los compromisos laborales y la carga económica son aspectos que provocan que padres y madres pasen menos tiempo con sus hijos. “La idea es encontrar espacios para crear un diálogo familiar que permita educar y enseñar”, expuso Godínez.
Para la psicóloga, la base de todo está en la interacción diaria y en la convivencia. “Por ejemplo, que los niños vean que el papá respeta las señales de tránsito, que no alza la voz y que no le desea mal a nadie”, comentó Godínez.
No importa la cantidad de tiempo que se invierta en hablar con los hijos, sino que el secreto está en que ese momento del día, los hijos sepan que su padre es exclusivamente para ellos. “Unos minutos son suficientes para que nuestros hijos sientan que papá le escucha y aconseja”, enfatizó la experta.
Otro aspecto fundamental es que el adulto entienda que el niño es una persona independiente y puede aportar a su aprendizaje. “Aprendamos a valorar las cualidades de nuestros hijos y celebremos sus logros. Esto les dará la seguridad para crecer académica y emocionalmente”, aconsejó Godínez.
Prácticos consejos
- Crear la confianza necesaria para que el pequeño o adolescente pueda dialogar con su padre sobre cualquier temática.
- Utilizar la tecnología para comunicarse en forma constante. No es necesario estar presente físicamente las 24 horas para que los hijos se sientan protegidos. Un mensaje de texto o una llamada pueden hacer la diferencia.
- Establecer una cita inamovible para que los hijos expresen sus preocupaciones. Esta puede ser semanal, quincenal o mensual.
- Enseñar con el ejemplo. Las palabras que dicen los padres pierden sentido si estas no se acompañan de actos que las refuercen.
- Padre y madre deben discutir en privado las decisiones que involucren a la familia, con el objetivo de que los hijos vean que en el hogar ambos son figuras de autoridad.
Sin prejuicios
El padre tiene el poder de erradicar los prejuicios sociales y evitar que su hogar se contamine con ellos. Por eso, debe lograr que los hijos vean que la educación y el sostenimiento de la casa es una responsabilidad compartida con la madre. “Ambas figuras tienen la misma relevancia al tomar decisiones”, destacó Godínez.
Contacto: Mónica Godínez, teléfono 3027-9733 / monicaderuano@gmail.com.