¿Quiere decir esto que la escuela es mala para los ojos? El profesor alemán Wolf Lagrèze, del departamento de Oftalmología de la Universidad de Friburgo, explica en esta entrevista por qué se produce la miopía, cómo reconocerla y qué se puede hacer para prevenirla.
¿Favorece la escuela la miopía en los niños?
Wolf Lagrèze: En Europa existe una correlación entre la potencia refractiva de los ojos y la duración de la educación o el nivel de estudios. Datos provenientes de Inglaterra, por ejemplo, demostraron que, en promedio, uno se vuelve 0,3 dioptrías más miope por año de escolarización y de formación complementaria.
Por lo tanto, la escuela puede influir, sobre todo debido a las actividades a corta distancia que involucra -como, por ejemplo, estudiar-, lo que hace que los alumnos miren mucho a distancias cortas, descuidando de esta forma la visión lejana.
Sin embargo, en Alemania, por ejemplo, la tasa de miopía no aumentó en los últimos 15 años. Solo es posible apreciar un aumento en Europa cuando se observan períodos de tiempo más largos que incluyen a varias generaciones.
¿Cuáles son las causas de la miopía?
Lagrèze: En una proporción menor tiene que ver con factores hereditarios y en una proporción mayor con factores medioambientales. En otras partes del mundo, como por ejemplo Asia, la tasa de miopía es más del 80 por ciento, claramente más alta que en Alemania, por ejemplo, y aumentó considerablemente en las últimas décadas.
Esto tiene que ver con las condiciones de vida allí. En las metrópolis asiáticas, los niños suelen pasar mucho más tiempo dentro de casa. Por tanto, la predisposición genética queda bastante subordinada en este caso, ya que hace unos 60 años las tasas de miopía en Asia eran las mismas que en Alemania.
Esto significa que son más bien los factores medioambientales los responsables de la miopía: la exposición a la luz del día y el hecho de estar en interiores o al aire libre. Por eso creo que está relacionada principalmente con el estilo de vida.
¿Cómo puedo saber si mi hijo es miope y qué puedo hacer para evitar que lo sea?
Lagrèze: Lo más fácil es comparar la vista del niño con la de un adulto que sé que ve bien. Digamos que ese adulto se para delante de una ventana desde la que se ve un estacionamiento en el que hay carros estacionados, y de los cuales se puede distinguir las matrículas. Entonces le puede preguntar al niño si él las puede leer. Si el niño no las alcanza a leer, hay que ir al oftalmólogo. Es algo bien sencillo.
Desde el punto de vista de la profilaxis, es importante que recibamos suficiente luz diurna, al menos dos horas al día. El tiempo de pantalla que pasamos en móviles, tabletas o computadoras también debe limitarse a una hora al día. Además, la distancia de lectura no debe ser inferior a 30 centímetros.