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Ahora para extraer muelas o hacer diferentes procedimientos se utilizan técnicas de relajación que incluyen lentes de realidad virtual para dar un paseo por la naturaleza, ver una película o bien escuchar música selecta mientras el paciente olvida que está en la clínica del dentista.
Esa es solo una muestra de todo lo que pasa en las clínicas modernas, que también cuentan con métodos de diagnóstico muy distintos a los de hace una década, técnicas de tratamiento diversas, materiales innovadores y nuevos procedimientos de reposición dentaria, por mencionar algunas de las soluciones innovadoras.
Sonia Beatriz Castillo, especialista en ortodoncia y ortopedia maxilofacial de Clínicas Dentales Sonríe, comenta que hoy día se apuesta por la odontología digital, en la que el escáner se transforma en una herramienta que traslada a la pantalla las dimensiones exactas de la cavidad bucal. “Esto permite crear piezas impresas en 3D o fresadas en diferentes materiales y rectificar procesos en el momento si fuera necesario, haciendo una odontología casi perfecta”, agrega.
Entre las opciones hay coronas hasta placas y prótesis completas, las cuales podrían estar listas en un par de horas o pocos días, dependiendo el tipo. Una gran diferencia comparada con los procesos antiguos que requerían de varias citas y pruebas para lograr tener la pieza.
Jorge Adolfo López Berbén, cirujano dentista de Innova Dental, hace énfasis en que este tipo de soluciones perfecciona el trabajo porque en ciertos casos se hacen pruebas o guías quirúrgicas antes de efectuar un procedimiento para encontrar la solución óptima para el paciente.
El profesional indica que el costo de algunos de estos procedimientos aún es elevado, aunque con el tiempo y la demanda podrían llegar a ser más accesibles.
También dentro de las opciones está la odontología láser, que se utiliza para blanqueamiento dental, caries profundas, hipersensibilidad dental, entre otras condiciones. Este método permite no tener dolor y es bastante silencioso.
López recomienda la necesidad de buscar a un experto, pues en ocasiones se ofrecen en lugares como técnicas de belleza, pero sin conocimientos al respeto.
Un presente que no cambia
Lo cierto es que, aunque la tecnología no se detenga, la máxima de los especialistas es trabajar por el rescate de las piezas dentales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud bucal se define como la ausencia de dolor, y en la que no existan enfermedades periodontales —de las encías—, caries, pérdida de dientes y otras enfermedades o trastornos que afectan a la boca y la cavidad bucal.
Castillo explica que la edad ideal para ver la posición de los dientes y evitar complicaciones futuras es desde los 7 años.
En esta edad podría tomarse una radiografía panorámica de la boca y trabajar temas de posición de dientes. “¿Qué es más novedoso y tecnológico que lo que no se tiene que usar y evitar procesos futuros más complicados?”, comenta Castillo.
Es fundamental educar desde los primeros años sobre la limpieza dental que es esencial para una dentadura sana o incluso para que los implantes duren más tiempo.
Así que el cepillo, pasta, enjuague y el hilo dental seguirán por mucho tiempo siendo los grandes promotores para mantener dientes fuertes y prevenir enfermedades en la cavidad bucal.
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