Una de esas distinciones, según un estudio científico, procede de la forma en la que se percibe el orgasmo.
De acuerdo a una investigación difundida por la publicación oficial de la Academia Internacional de la Investigación del Sexo (IASR, por sus siglas en inglés), existe una diferencia entre la frecuencia en que hombres y mujeres alcanzan un orgasmo.
Los investigadores analizaron los resultados de una muestra de 52,588 adultos distribuidos en 26,032 hombres heterosexuales, 452 hombres homosexuales, 550 hombres bisexuales, 24,102 mujeres heterosexuales, 340 mujeres lesbianas y 1,112 mujeres bisexuales.
El principal hallazgo determinó los hombres heterosexuales, en un 95 por ciento del grupo, son los que más orgasmos tienen durante sus encuentros sexuales.
Le siguen los hombres homosexuales, con 89 por ciento; hombres bisexuales, con 88 por ciento; las mujeres lesbianas, con 86 por ciento; mujeres bisexuales, con 66 por ciento y por último, las mujeres heterosexuales, con 65 por ciento.
Según la investigación, las mujeres, en sus diferentes orientaciones sexuales, dependen de diferentes condiciones para alcanzar un orgasmo.
La satisfacción de la pareja, los estímulos o dinámicas sexuales son elementos que influyen la experiencia de cada mujer.
“El placer sexual no se reduce a la penetración”
De acuerdo con la sexóloga guatemalteca Elizabeth Rojas, las sensaciones de las personas, sean mujeres u hombres, cambian pues cada cuerpo es distinto y reacciona a distintas situaciones.
“La sexualidad es tan individual y diversa entre seres humanos”, afirma Rojas. “El placer sexual no se reduce a la penetración”, agrega.
Según la sexóloga, existe desinformación en cuanto a temas sexuales y desconocimiento de las personas de su propio cuerpo. “Sin información no puede haber relación sexual más placentera. Ahora es más fácil buscar en internet diferentes tipos de placer”, asegura.
Para Rojas es importante que la persona explore su propio cuerpo. En cuanto a las relaciones en pareja, también recomienda que exista comunicación.
“La pareja necesita conversar. Hablar de lo que le que a cada uno le gusta o no”, afirma y añade que también es un elemento de confianza. Incluso puede haber exploración conjunta.
Curiosidad y exploración
La investigación de la IASR sustenta ello al considerar que elementos como la lencería, diferentes posiciones sexuales, las caricias o besos son un estímulo importante, a veces ignorado.
Rojas dice que dentro de la sociedad existe ignorancia, pues sólo suele considerarse como una relación sexual exitosa aquella que termina en la eyaculación del hombre.
El placer sexual no solo llega a través de los genitales. Según Rojas, la piel, por ejemplo, también es una zona erógena.
Otro de los males, explica la sexóloga, proviene de la pornografía, que usualmente es producida para cumplir con las expectativas de los hombres, descartando los placeres femeninos.
Rojas recomienda a las personas a que se atrevan a intentar cosas distintas. Si son en pareja, estas deben ser acordadas por ambos.
