La soya ha sido durante milenios la principal fuente proteica de los países asiáticos, de donde es originaria. El cultivo de esta legumbre se inició en China hace alrededor de seis mil años y en su cultura se llegó a considerar una de las cinco plantas sagradas, junto con el arroz, el trigo, el centeno y el mijo. Desde allí se extendió al resto de Asia y, en la actualidad, Brasil se ha erigido en el mayor exportador de soya en el mundo seguido por Estados Unidos.
Desde el descubrimiento de la existencia de la lecitina, se sabe que todas las células del cuerpo contienen esta sustancia y muchos órganos necesitan suministros adecuados de esta para funcionar con normalidad, también está presente de forma abundante en las membranas de las células vegetales y animales. Fue a partir del siglo XIX, cuando la ciencia comenzó, paulatinamente, a conocer sus funciones y los beneficios que aporta.
La lecitina es un término genérico para designar a un amplio grupo de lípidos con función emulgente que se producen de manera natural y actúa como emulsionante entre la sangre y las sustancias grasas insolubles en agua que son transportadas por la corriente sanguínea.
LECITINA, UN EMULSIONANTE QUE DESCOMPONE LA GRASA
Una parte de la lecitina atrae a la grasa y la otra al agua, lo que significa que dichas grasas, como el colesterol, se dispersan en sangre en pequeñas partículas que, de esta forma, pueden traspasar fácilmente las paredes arteriales. La lecitina, como emulsionante, descompone la grasa e impide que esta forme depósitos, al descomponerla en partículas que puedan ser metabolizadas de forma más fácil y plena. Dicho de otro modo: la lecitina impide que la grasa se acumule.
Para aumentar la cantidad de lecitina en nuestro organismo y evitar que las grasas invadan lugares en nuestro cuerpo que no debieran estar, debemos tener en cuenta que esta la podemos consumir a partir de fuentes como la soya, huevos, leche, fuentes marinas, colza, algodón y girasol.
La soya es uno de estos frutos ricos en lecitina, que se obtiene a partir del aceite que se extrae de sus granos. Se trata de un fosfolípido rico en ácidos grasos esenciales, fibra, fósforo y vitaminas. De ahí que tomar la lecitina de soya como suplemento sea muy útil para la formación de las membranas celulares, en especial en cerebro, corazón, riñones, médula ósea e hígado.
“ENEMIGA DEL COLESTEROL”
El nutricionista Paul Simons en su libro, “La Lecitina, enemiga del colesterol”, señala que uno de los principales factores causantes de las enfermedades cardiacas es el exceso de colesterol en la sangre; cuando la lecitina presente es insuficiente, el colesterol se deposita en las paredes arteriales endureciéndolas, produciendo su estrechamiento y restándole flexibilidad, dando lugar a la arterioesclerosis.
El colesterol solo es un problema en nuestro organismo cuando se encuentra en un estado de desequilibrio, situación que no solo significa mucho colesterol, sino también muy poca lecitina, pues el colesterol es una sustancia grasa que necesita lecitina para convertirse en aquella grasa que requiere el cuerpo para la formación de las células y, a su vez, el suministro de energía.
Son muchos los órganos que necesitan suministros de lecitina adecuados para funcionar apropiadamente y uno de los más importantes es el hígado, que necesita grandes cantidades para prevenir el exceso de grasa. También sin lecitina se forman cálculos biliares y, para que haya un funcionamiento adecuado de los nervios, que requieren grandes cantidades de lecitina, es necesario mantener su nivel.
EMBELLECEDORA DE LA PIEL Y DEL CUERPO
La lecitina también es importante para el mantenimiento de una piel saludable y de aspecto luminoso, gracias a sus ácidos grasos. Muchos trastornos cutáneos, como por ejemplo la psoriasis, los eccemas y algunas formas de acné son generados por una mala absorción de las grasas. Y la piel depende de las grasas de la sangre para mantenerse limpia, fresca y libre de arrugas.
También está indicada para regímenes de adelgazamiento. Las propiedades emulsificadoras, o emulsionantes, de la lecitina aumentan la absorción de las grasas dentro del cuerpo. Para la persona que está siguiendo una dieta para reducir peso, la lecitina procura dos cosas; primero, que la grasa se queme con mayor rapidez y efectividad, produciendo energía y, segundo, que no se formen depósitos de grasa poco estéticos.
La lecitina de soya es un complejo puro y natural, y entre sus propiedades, la medicina estudia desde hace tiempo sus beneficios en la prevención del Alzheimer. Un ensayo llevado a cabo en 1985 mostró que niveles altos de lecitina beneficiaba a personas con Alzheimer avanzada, al mejorar la orientación, la memoria y el aprendizaje.
Sin embargo, sí está comprobada su eficacia para facilitar la digestión estimulando la función intestinal al mejorar la absorción de grasas; reducir los niveles de colesterol; prevenir la formación de cálculos biliares y mejorar el rendimiento intelectual. Otros trabajos evidencian que sus isoflavonas disminuyen el nivel de LDL o colesterol ‘malo’ y elevan el HDL o colesterol ‘bueno’.
La lecitina es también un ingrediente efectivo de muchas preparaciones cosméticas: se utiliza por sus propiedades técnicas, que mejoran el producto y proporcionan un emulsificador natural a las cremas y lociones. Las bebidas, pastas y margarinas semigrasas mejoran añadiéndoles lecitina por su función emulsionante.
Se utiliza en las dietas para diabéticos y en otras muchas dietas especiales. Para los diabéticos es una importante fuente suplementaria de energía y puede prevenir síntomas secundarios que, a menudo, acompañan a esta enfermedad como la acumulación de grasa en el hígado, el alza de los niveles de grasa y el colesterol en sangre explica en su libro el nutricionista Paul Simons.
PROTECCIÓN PARA LA MENTE Y LOS NERVIOS
Según Simons, diversas pruebas han demostrado que los atletas se recuperan más rápidamente después del entrenamiento cuando toman lecitina de soya con regularidad. Las personas sometidas a tensión, trabajos físicos pesados o una actividad mental concentrada también obtienen de esta sustancia beneficios para sobrellevar estas actividades frecuentes.
Un esfuerzo mental excesivo puede producir condiciones de estrés, tensión nerviosa, irritabilidad, insomnio y debilidad cuando no hay lecitina suficiente para proteger los nervios, por lo que la lecitina de soya se merece la reputación de ser uno de los más versátiles suplementos alimenticios naturales.
La lecitina de soya, por lo tanto, es un alimento de gran valor dietético que, con el paso del tiempo, se ha ido labrando poco a poco una reputación importante por su aportación en el mantenimiento de las grasas necesarias de nuestro organismo en niveles equilibrados, para que nuestro cuerpo sea capaz de funcionar correctamente y nos proporcione una salud estable.