Este tipo de cáncer es el más común entre los fumadores en la actualidad. La frecuencia de otros tipos de tumores pulmonares ha disminuido, en la medida en que el número de fumadores en Estados Unidos ha caído de forma constante durante décadas.
Los resultados de estos análisis confirman lo que los investigadores sospechaban desde hace años y que va a contramano de lo que afirma la industria del tabaco respecto de que los cigarros “light” son menos dañinos.
Los filtros con agujeros de ventilación fueron lanzados al mercado hace medio siglo.
“Estos fueron diseñados para engañar a los fumadores y a los responsables de la salud pública”, dice el doctor Peter Shields, director adjunto del Centro Oncológico Integral de la Universidad Estatal de Ohio, uno de los principales autores del estudio publicado en la revista del National Cancer Institute.
“El análisis de nuestros datos sugiere claramente una relación entre el número de agujeros agregados a los filtros de cigarrillos y un incremento de las tasas de adenocarcinomas pulmonares en los últimos 20 años”, sostiene el investigador.
Para Shields, es particularmente preocupante el hecho de que estos filtros con agujeros están prácticamente en todos los cigarrillos que se venden en la actualidad.
Los científicos estiman que los filtros agujereados hacen inhalar más humo con tasas más concentradas de carcinógenos y otras toxinas.
“Estos filtros modifican la combustión del tabaco, lo que produce más carcinógenos en forma de partículas finas que llegan a las partes más profundas de los pulmones, donde se desarrollan más a menudo los adenocarcinomas”, agrega Shields.
Las reglamentaciones en vigor prohíben a las tabacaleras colocar en los paquetes de cigarrillos y en los anuncios las palabras “light” y “bajo contenido de alquitrán”.
Pero los investigadores creen que los resultados de su último estudio debería conducir a que la agencia de Estados Unidos que supervisa los alimentos y medicamentos, la FDA, regulara o incluso prohibiera totalmente los filtros ventilados.
Igualmente, consideran que son necesarias más investigaciones para confirmar que la eliminación de los agujeros en los filtros no se traduciría en un aumento de la adicción a la nicotina o en una mayor exposición a los agentes tóxicos de los cigarrillos.