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Tanto jóvenes como adultos buscan obsequios que les garanticen a ambos una cita inolvidable, de preferencia, “con final feliz”. En esa búsqueda han llegado a las sex-shop de la ciudad para comprar algún juguete que los haga escapar de la rutina, los ayude a conquistar aún más a su pareja o les aplaque la sensación de culpa por caer en infidelidades.
Buscan nuevas experiencias
“Buscan productos especiales para ellos o que puedan experimentar para esa ocasión. Por ejemplo, también están los aceites y lubricantes”, contó Rocío Noreña, una joven encargada de la sex-shop Erotika, en México.
No todo el mundo que visita sex-shops resulta ser un experimentado o un comprador habitual. En muchas ocasiones las personas llegan con curiosidad, pero con una mente muy cerrada y; sin embargo, salen del lugar con un juguete sexual en una elegante bolsa.
Además de dildos y lubricantes, también hay lencería y disfraces, cadenas, máscaras, guantes, accesorios de cuero para las personas que quieren tener alguna experiencia nueva o inusual. “Los disfraces son lo que más se llevan (…); encuentras de mucama, azafata, colegiala, secretaria”, refirió.
Es probable que luego de visitar una sex-shop, la siguiente parada sea algún hotel. Cada Día de San Valentín son más frecuentados los hoteles que ofertan habitaciones temáticas, con alguna atmósfera determinada, según el gusto de las parejas.
Los detallistas
Otros enamorados prefieren mantener la costumbre de obsequiar pequeños adornos y detalles. En la temporada predomina la compra globos con motivos amorosos o mensajes de amor.
Las tiendas de adornos y pequeños detalles también se ven más concurridas y en su interior predominan los globos con motivos amorosos, con los colores rojo y rosa de nuevo presentes.
Karina López, encargada de una tienda de regalos de enamorados, contó a Efe que “ahora que es temporada de San Valentín se está vendiendo mucho el globo, los móviles, adornos, bolsas de regalo”.
La vendedora relató que en muchas ocasiones ha atendido a personas que buscan un regalo pero no precisamente porque estén encantados con su relación. Algunos llegan por la culpa de haber cometido alguna infidelidad.
“Entre más grande es la culpa o el remordimiento que tienen se llevan más cosas”, comentó en broma.
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