Esto se debe a que el canto requiere de una respiración, que suministra aire a los pulmones, lo cual favorece la circulación sanguínea y mejora la concentración y memoria.
Practicar el canto estimula los nervios parasimpáticos, por lo que resulta ser un tratamiento adecuado para prevenir los males asociados con el estrés.
También estimula las defensas del organismo y mejora las capacidades de autosanación.