El 25 de mayo, la autoridad sanitaria mundial había anunciado la suspensión de los ensayos luego de la publicación de un estudio en la revista médica The Lancet, que consideraba ineficaz e incluso nefasto el recurso a la cloroquina o sus derivados como la hidroxicloroquina contra el Covid-19.
A fines de abril, la OMS lanzó una serie de ensayos clínicos, en especial sobre la hidroxicloroquina, bajo la denominación “Solidaridad”, con el objetivo de buscar un tratamiento eficaz contra el Covid-19.
Esta suspensión de los ensayos debía facilitar a la OMS el análisis de las informaciones disponibles, y se esperaba una decisión a mediados de junio.
La OMS publicó sus conclusiones antes de lo previsto, luego de que la revista The Lancet se distanciara el martes por la noche del estudio, aunque reconoció en una advertencia formal que siguen pendientes “importantes preguntas” al respecto.
“Estamos ahora muy confiados sobre el hecho de que no se han constatado diferencias en la mortalidad”, declaró el miércoles Soumya Swaminathan, científico en jefe de la OMS, en conferencia de prensa virtual desde la sede de la organización en Ginebra.
El grupo ejecutivo del ensayo Solidaridad, que representa a los países participantes, “recibió esta recomendación y aprobó la continuación de todas las dimensiones de los ensayos, incluso sobre la hidroxicloroquina”, dijo.
Publicado el 22 de mayo en The Lancet, el estudio se basa en datos de 96.000 pacientes hospitalizados entre diciembre y abril en 671 hospitales, y compara el estado de quienes recibieron el tratamiento y a los que no le fue practicado.
División
Prohibida en algunos países, fomentada en otros. El mundo está cada vez más dividido ante el uso de la hidroxicloroquina para tratar el nuevo coronavirus, desde la publicación de un cuestionado estudio que considera la molécula ineficaz e incluso nefasta.
El estudio, publicado el 22 de mayo en la revista científica The Lancet, concluyó que la hidroxicloroquina (HCQ), un derivado de la cloroquina para combatir el paludismo, no es eficaz contra la covid-19 y aumenta el riesgo de muerte y de arritmia cardíaca.
La metodología del estudio fue sin embargo puesta en duda por una parte de la comunidad científica. Los métodos de los anteriores estudios que destacaban su eficacia también habían sido criticados.