“¿Cuántos de nosotros podemos pensamos en un postre y sentimos el olor a la canela? Aunque es famosa en la repostería también se utiliza para sazonar platillos salados. Así como su sabor y olor aporta algo a la comida, sus propiedades medicinales aportan mucho a nuestro bienestar general”, dice la naturópata Gabriela Ordoñez.
Esta especie se extrae del árbol de la canela, también conocido como “canelo” o “Canelero de Ceilán”, que en su estado silvestre puede alcanzar los 10 metros de altura. Es originaria del sur de la India y Sri Lanka, aunque ahora se cultiva en varios países tropicales, se lee en el documento Cultivo de la canela, del MEFCCA de Nicaragua.
La especia de la canela corresponde a la corteza interna que se extrae pelando y frotando las ramas más pequeñas. Las cortezas se enrollan una dentro de otra hasta formar barras de aproximadamente 1 metro de largo que se dejan fermentar.
Pasadas 24 horas, se separa la capa exterior más rugosa de la corteza y la capa interna se deja secar. Durante el proceso de secado, ésta se enrolla hasta formar las conocidas “ramas” de canela, explica la Fundación Española de la Nutrición.
Propiedades de la canela
El nutriólogo Alejandro Gutiérrez indica que la canela destaca por tener proteínas, hierro, calcio, zinc, potasio, selenio, vitaminas B, C, fenoles y aldehídos. “El cinamaldehido es el responsable del sabor y olor característico de esta especia”, añade.
También contiene cumarina, taninos y mucílagos, que le dan propiedades antiinflamatorias, antivirales, anestésicas, probióticas, antiespasmódicas y antioxidantes. Asimismo, las propiedades carminativas favorecen la buena digestión, mientras que las propiedades vasodilatadoras y estimulantes contribuyen a mantener una buena salud cardiovascular.
Para qué sirve la canela
La canela, que también responde al nombre científico Cinnamomum verum, tiene infinidad de usos, ya que además de aportar sabor a postres, pasteles y dulces, la corteza no molida se usa en infusión para tratar enfermedades como la gripe, resfriados y molestas gastrointestinales, entre otros.
Los expertos enlistan algunos beneficios de la canela:
- Combate la diarrea y nauseas
- Calma los cólicos durante la menstruación
- Calma el dolor muscular, por su propiedad antiinflamatoria
- Promueve la buena digestión
- Regula el ritmo intestinal y disminuye los efectos de colon irritable
- Ayuda a controlar la glucosa en sangre, por su contenido de B1
- Mantiene los huesos fuertes, gracias al contenido de calcio
- Disminuye los síntomas de gripe y resfriado
- Ayuda a bajar de peso, porque se utiliza como sustituto de azúcar
- Contribuye a mantener la piel más joven, gracias a sus propiedades antioxidantes
Cómo consumir la canela
La canela se puede añadir como especie a cualquier platillo, en su mayoría es canela en polvo, o molida; pero también se puede consumir como infusión. En caso de que se requiera uno de los beneficios antes mencionados, lo mejor es consumirla en té o infusión, ya que su consumo será más constante y en cantidades más elevadas, lo que dará mejores resultados a la salud.
La infusión se prepara con la canela en rama. Puede utilizar aproximadamente la medida de dos dedos de corteza de canela para un litro de agua y tomarlo durante el día, si es que lo desea frío.
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Asimismo, si prefiere tomarlo caliente puede añadir dos rajas de canela para una taza de agua. Para hacer la infusión deje que el agua hervir a fuego medio, cuando alcance el punto de ebullición añada la canela y deje hervir durante dos minutos. Apague el fuego y deje reposar por cinco minutos. Luego, antes de tomarlo, cuele la bebida.
El té o infusión de canela se puede mezclar con otras plantas, para potenciar sus propiedades y sabores. Por ejemplo, té verde con canela funciona para bajar de peso; té de jengibre y canela, para disminuir resfriados; té de canela con leche, para relajarse; el té de canela con laurel, ayuda a perder peso y a mejorar la circulación de la sangre.
Contraindicaciones
La canela no tiene ningún efecto tóxico para la salud, sin embargo, se recomienda tomarla en cantidades pequeñas porque de lo contrario podría causar daños al hígado. Por ello, no se recomienda consumirla en personas con alguna enfermedad hepática.
Asimismo, no se recomienda en personas embarazadas ni en quienes sean alérgicos a alguno de los componentes de esta especie. Lo ideal es consultar a un especialista antes de consumirla.