La deforestación, la contaminación del hábitat y la cacería ilegal son las principales causas que hacen vulnerables a ciertas especies de desaparecer, explica César Barrios, de Comunicación Social de Fundaeco. Por ello, se debe fortalecer el Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (Sigap), la institucionalidad ambiental, asignar mayores presupuestos a esta y endurecer los castigos por destrucción de la naturaleza y caza ilegal.
Los procesos de pérdida de biodiversidad se han acelerado debido al cambio climático pero, en especial, al impacto negativo del hombre. “Debemos cambiar nuestros hábitos de consumo que destruyen el planeta”, añade Barrios.
- 132 mil hectáreas quedaron deforestadas cada año, entre el 2006 y 2010, cifra que corresponde a una tasa de 3.4% anual, una de las más altas de Latinoamérica.
Las actividades económicas, especialmente las de carácter extractivo, como agricultura, ganadería, pesca, extracción forestal, caza y minería —minerales metálicos y carbón mineral— están relacionados directamente con la pérdida de diversidad biológica, dice el Conap.
La expansión de monocultivos conlleva a la eliminación de cobertura boscosa, movimientos de tierra, drenaje y secado de cuerpos de agua, entre otros. Las especies exóticas invasoras son otra amenaza importante para los ecosistemas. Un ejemplo lo representa el hongo quitrido Batrachochytrium dendrobatidis, originario de África, y responsable de la extinción masiva de las poblaciones de anfibios en América.
En los últimos años, el impacto del cambio climático ha sido drástico en el país, al incrementarse la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos como huracanes, tormentas, depresiones tropicales y sequías, que afectan de manera directa a la diversidad biológica.
- 20 por ciento del área del país se han expandido los bosques secos y muy secos; se proyecta que para el 2050 y 2080 aumente al 40 por ciento.
Las principales amenazas para los ecosistemas acuáticos son la degradación por contaminación con desechos sólidos y líquidos, así como el creciente interés por la minería de hierro en las arenas de la costa del Pacífico, explica el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, en un informe.
Según Manuel de Jesús Ixquiac, investigador marino-costero de Fundaeco, en Guatemala habitan 12 especies de peces de agua dulce endémicas en ríos y lagos de Alta Verapaz, Izabal y Petén; tres son cíclidos, comúnmente conocidas como mojarras, y nueve, poecilidos, conocidos como pupos.
En este espacio se describen 17 de las especies —mamíferos, reptiles, anfibios, aves, peces y flora— que están en mayor riesgo de desaparecer en el país, si no se toman las medidas para evitarlo, como ocurrió con el pato Poc o la guacamaya verde.
- 500 animales silvestres decomisa al año el Conap, con el apoyo del Ministerio Público y la PNC, como loros, pericas, guacamayas y reptiles.
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Jaguar (Panthera onca)
Es el mayor felino de América. Habita en el bosque tropical y se alimenta de mamíferos pequeños. Se calcula que tiene dos crías al año, dependiendo del ambiente, disponibilidad de alimento y hábitat. Su área de distribución es de tres jaguares por cada 200 kilómetros cuadrados.
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Tapir o danta (Tapirus bairdi)
Es hervíboro y se alimenta, principalmente, de plantas acuáticas. Habita en los humedales del bosque tropical. Sus áreas de distribución son muy restringidas, debido al avance de la ganadería. Tiene hábitos nocturnos. Tiene una cría cada dos años.
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Guacamaya roja (Ara macao)
Habita en el bosque tropical y se reproduce una vez al año. Mide unos 90 cm de largo. Se alimenta de semillas, frutas, nueces, flores y néctar. Puede llegar a vivir de 30 a 40 años. Está en peligro por su caza indiscriminada. Son aves migratorias locales de Belice, México y Guatemala.
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Lagartija dragoncito de árbol (Abronia)
Se asemeja a un pequeño lagarto y vive en bosques nubosos del norte de Mesoamérica. Las especies endémicas de Guatemala son ocho. Las áreas de distribución son muy restringidas. Tiene hábitos diurnos y glándulas venenosas en las mandíbulas. Tienen unas seis crías al año.
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Salamandra (Bradytriton silus)
Vive, principalmente, en áreas muy húmedas. Tiene hábitos nocturnos y se adapta a la tierra y al agua. Pone los huevos en arroyos o fuentes de agua limpia y las larvas tardan seis meses en desarrollarse. Es ovovivípara y se alimenta de pequeños crustáceos y larvas de insectos y gusanos.
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Gallitos (Tillandsia harrisii)
Es una especie epífita, nativa de Guatemala y que crece en rocas. Pertenece a la familia de las bromeliáceas. Se distribuye en Zacapa. Tiene las hojas gruesas plateadas y su flor es de un rojo intenso, que contrasta con el color de las hojas. Necesita de altos niveles de humedad y calor.
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Monja Blanca (Lykaste skinneri alba)
La flor nacional tiene un pequeño tallo que se asemeja a una monja rezando. Pertenece a la familia de las orquidéaceas. Se encuentra entre musgos o helechos polipodium en Alta Verapaz, montes de los Cuchumatanes y sierras de Izabal y Quiché. Crece erguida de 15 a 18 cm. Puede durar mucho tiempo sin marchitarse. Si se reproduce por pseudobulbos, retoña en tres o cuatro meses y florece en cuatro a cinco años.
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