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Sin embargo, las propiedades de esta hortaliza que pertenece a la misma familia que las cebollas, las liliáceas, van mucho más allá de su sabor.
Se dice que el ajo es un excelente aliado para la salud cardiaca. De acuerdo con el médico Raúl Figueroa, el consumo de ajo beneficia a las arterias, pues reduce los efectos de la aterosclerosis, la cual consiste en la acumulación de colesterol, grasas y otras sustancias en las paredes de las arterias, hecho que provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos.
La presión arterial está determinada tanto por la cantidad de sangre que su corazón bombea como por el grado de resistencia al flujo de la sangre en sus arterias. Es por eso que cuanta más sangre su corazón bombee y cuanto más estrechas estén sus arterias, mayor será su presión arterial, pudiendo llegar al punto de padecer hipertensión.
Además es importante resaltar que al reducir el colesterol y la presión, el ajo prevee graves enfermedades.
Asimismo, gracias a un compuesto que se encuentra en el ajo llamado alicina, este evita la formación de coágulos de sangre porque además de cuidar el buen desarrollo de los vasos sanguíneos también contribuye a la buena circulación. Según el especialista en medicina alternativa Álvaro Lobos, a este compuesto también se le atribuyen propiedades antibacterianas, por lo que el ajo en algunas ocasiones es utilizado para tratar afecciones en la piel e infecciones gastrointestinales.
Seguramente ha oído la recomendación de consumir un diente de ajo crudo al día. Lobos considera que de esta práctica podrían surgir muchos beneficios. Sin embargo resalta la importancia de no ingerir el diente de ajo completo. “Lo mejor es triturarlo cortarlo en pedazos pequeños para que la alicina pueda ser bien absorbida por el cuerpo”, explica.
En cuanto al olor, el cual es una de las mayores preocupaciones de la mayoría de personas respecto al consumo continuo de ajo, la odontóloga Sofía Pérez comenta que no hay nada de qué preocuparse. “Si bien el olor del ajo es muy fuerte, este puede contrarrestarse dando una limpieza y atención adecuada a la salud bucal. Además de lavarse los dientes adecuadamente y limpiar su lengua, las personas pueden optar por utilizar un enjuague bucal fuerte”, dice.
Por su parte, la nutricionista María Fernanda Ponciano comenta que se trata de un alimento bajo en calorías, pero muy rico en nutrientes. Contiene vitamina A, B y C, manganeso, fibra, calcio, cobre, potasio, fósforo y hierro.
En cuanto a la ingesta recomendada, Ponciano sugiere consumir ajo en dos comidas al día. Ahora solo es cuestión de que utilice su creatividad e incluya más el ajo en sus desayunos, refacciones, almuerzos o cenas. Puede usarlo para darle más sabor a sus frijoles, huevos, pastas y carnes, o incluirlo en sopas, aderezos y salsas, como la vinagreta o el pesto. Empiece con medidas pequeñas y conforme le adquiera más gusto a su sabor, suba las dosis para disfrutar aún más de sus beneficios.