El aliado en la actualidad para lograrlo es una alarma, un sonido estruendoso e incómodo que no permite otra cosa más que despertarse.
Aunque esas alarmas están ahora en el teléfono inteligente y a través de aplicaciones que permiten personalizar de manera práctica la hora, los sonidos y hasta cuántas alarmas programar con el propósito de evitar que la persona vuelva a dormir y, por lo tanto, llegar tarde a un trabajo o compromiso.
Es ahí donde entra en juego la ventaja de la tecnología pero también los inconvenientes, como el botón de “postergar” o snooze, que está literalmente a un contacto con la pantalla. Diez minutos más de descanso.
¿De verdad ocurre así? ¿Es preciso demorar el sonido de la alarma otros diez minutos para tener tiempo para un poco más de sueño?
Snooze se traduce como dormir o siesta, por lo que puede existir esa confusión en cuanto a que un “ratito” más es bueno.
Una publicación de Tonic, sin embargo, prueba lo contrario.
Descanso interrumpido
Según un estudio publicado en 2014 en el sitio Sleep Medicine, las personas que se despiertan al menos cuatro veces durante un periodo de ocho horas de sueño no tienen un descanso mejor que las personas que duermen solo cuatro horas.
“Aún cuando se elige regresar a dormir después de presionar el botón de snooze, el sueño que se obtiene es ligero y de baja calidad”, aseguró al sitio Deirdre conroy, investigadora del sueño médico para la Universidad de Michigan.
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También existe el concepto de debilidad de la mañana, conocido clínicamente como inercia del sueño: ocurre cuando se entre en un periodo de sueño pero se interrumpe constantemente, en este caso por un sonido de alarma. Esto empeora esa debilidad y hace que perdure por más tiempo.
“El déficit cognitivo puede mantenerse entre 20 minutos y dos horas”, dijo Kate Sprecher, investigadora de la Universidad de Boulder Colorado.
Qué hacer al respecto
Un ejemplo: si la alarma suena a las 5 horas de la mañana, pero se interrumpe hasta cinco veces para finalmente levantarse a las 5:30, se entró e interrumpió el sueño en cinco ocasiones lo que, según especialistas, merma el descanso y empeora las habilidades de la mente en las primeras horas del día.
Una de las recomendaciones para evitar eso es confiar en la alarma e incluso en el botón de “postergar”. Sin embargo, en lugar de dormirse durante esos minutos de silencio, una idea buena es quedarse acostado pero tratar de no dormirse (claro, siempre que el tiempo lo permita).
Se puede hacer también algunos ejercicios en la cama. Algunos estiramientos ligeros o acomodarse de una manera en la que se evite permanecer estático y caer de nuevo en un periodo de relajación que haga dormirse.
La lección es, entonces, procurar que ese periodo de sueño sea de entre 7 y 9 horas y que se mantenga así sin interrupciones. Al igual que el botón de postergar la alarma, despertarse hasta cuatro veces por las noches no es un buen descanso.
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