“Se ha demostrado a nivel mundial la mortalidad prematura de los hombres por enfermedades no transmisibles (ENT) y su morbilidad vinculada a comportamientos inadecuados en lo que respecta a la búsqueda de atención médica, la salud mental y la violencia, incluidos los homicidios y los traumatismos”, dice un artículo publicado por Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, OPS.
Según la Organización Mundial de la Salud en casi todos los países del mundo, los hombres tienen mayores probabilidades que las mujeres de morir antes de cumplir los 70 años, y alrededor de 52% de las muertes se dan en hombres por ENT.
A lo largo del curso de la vida, la mortalidad es mayor en los hombres que en las mujeres y, en general, la esperanza de vida de los hombres es menor en todo el mundo.
En comparación con las mujeres, los hombres tienen una tasa de mortalidad por causas externas cuatro veces mayor y un riesgo siete veces mayor de ser víctimas de homicidios. La probabilidad de morir por cardiopatías isquémicas es 75% mayor en los hombres que en las mujeres. Además, 36% de las muerte en hombres son evitables, en comparación con 19% de las muertes en mujeres.
Etienne también plantea que los servicios están fuertemente vinculados a las diferencias de género y a las normas predominantes de masculinidad: lo que significa ser un “hombre”. El tipo de cultura que existe es que no se puede enfermar o no puede ser débil, lo cual no es así.
“A lo largo del curso de la vida, la forma en que los hombres aprenden a pensar y proyectar una imagen de ellos mismos es a menudo una parte inextricable de las explicaciones de la prematura muerte debido al estrés y conductas poco saludables como conducción imprudente, alcohol, consumo y abuso de drogas, así como conductas sexuales de riesgo, deportes de alto riesgo y actividades de ocio. Estas normas de género varían según los factores sociales y culturales”, agrega Etienne.
Agatha Reyes, oncóloga médica, dice que todos los hombres deberían llevar una rutina y cuidado de su salud física, “a veces vemos campañas muy activas en favor de la mujer, pero dejamos de lado otro tipo de patologías que pueden afectar al sexo masculino y que de igual forma podrían llegar a ser diagnosticadas en una etapa temprana si se hacen los chequeos de rutina”.
Los expertos además recomiendan no perder de vista las evaluaciones y en especial durante la pandemia porque el cáncer y otras enfermedades no saben de covid-19 o distanciamiento social, avanzan y podrían complicarse.
Reyes hace énfasis en que como adultos es necesario cuidarnos y llevar un proceso de cuidado con nuestros médicos, como lo hacemos con los niños y motiva al círculo familiar a que todos participen de esta dinámica de salud preventiva.
El cáncer de próstata y otras enfermedades
Melissa Barbieri, gerente médico de oncología para próstata, mamá y ovario en AstraZeneca, explica que el cáncer de próstata es una de las enfermedades más comunes en los hombres, en estadios temprano es posible controlarlo.
En estadísticas globales, uno de cada 14 hombres desarrollará este cáncer en algún momento de su vida. Esto significa que es muy frecuente y “la diferencia de diagnosticarlo a tiempo marca la diferencia entre la vida y la muerte”, agrega Barbieri.
En América Latina lamentablemente no se diagnostica en estadios tempranos, la mayoría de pacientes acude cuando la enfermedad ya está avanzada. Detectarlo a tiempo ofrece al paciente un 97% de posibilidades de vida a los cinco años del diagnóstico.
Para describir más de este cáncer, la próstata es una glándula que está en la zona pélvica del varón y es difícil tocar un tumor que está en sus primeras fases y al principio es pequeño como del tamaño de la semilla de un limón.
En fases más avanzadas los hombres podrían notar una diferencia en su proceso de orinar porque cambia la cantidad de orina, hay dolor o ve sangre en la orina o en la eyaculación, significa que el tumor ha crecido y causa una compresión de la vejiga o de las glándulas seminales.
A partir de los 50 años deben someterse a una evaluación clínica llamada tacto rectal, en la que el médico examinar la próstata por el recto para verificar el tamaño y textura. “Es necesario perder el miedo a este examen porque no hay nada que lo reemplace y está hecho por personas entrenadas que saben cómo hacerlo”, dice Barbieri.
Los análisis se complementan con una evaluación de sangre llamada de antígeno prostático específico. En este segundo se toma una muestra de sangre y se analiza par verificar esta sustancia que produce naturalmente la glándula prostática.
Mayo Clinic explica que es normal que haya una pequeña cantidad de antígeno prostático específico en el torrente sanguíneo. Pero, cuando se encuentra a un nivel más alto de lo habitual, puede indicar infección, inflamación, agrandamiento o cáncer de próstata. Al encontrar algo anormal se seguirán estudios para evaluar si es cáncer o no, y así atacarlo en sus primeras fases donde requiere de tratamientos menos agresivos.
Reyes agrega que después de estos pasos se requiere de una biopsia para confirmar una enfermedad maligna.
Un varón con cáncer de próstata necesita un manejo integral. “Un paciente con cáncer en general no debería pasar por esto solo porque es difícil de aceptar y se necesita de un oncólogo, urólogo, enfermeras, un psicólogo para sobrellevar la enfermedad y el acompañamiento familiar”, dice Barberie.
Barbieri agrega que entre las enfermedades es importante hablar del cáncer de próstata, pero también existen otras dos enfermedades frecuentes en los hombres como la hiperplasia prostática benigna, donde el crecimiento no se debe a un cáncer, la mayoría de varones en la tercera edad sufre de este crecimiento y la prostatitis, por inflamación debido a infecciones bacterianas, por hongos o un traumatismo.
Para una mejor salud
La OMS plantea algunos puntos esenciales que mejoran la vida de los hombres y en especial se enfoca en prevenir y mejorar su calidad de vida.
- Las visitas periódicas al médico
Es relevante darle una fecha en el calendario a una cita médica para evaluar. En general los expertos aseguran que aunque la persona se sienta saludable, las revisiones periódicas de la tensión arterial, análisis de glucosa en sangre o revisiones de próstata son esenciales para detectar a tiempo posibles problemas y mantener una buena salud. La salud mental también es importante, y recurrir a ayuda especializada puede ser crucial en problemas como la depresión o la ansiedad. Tradicionalmente los hombres en su rol de proveedores cuando no pueden cumplir este aspecto padecen situaciones de estrés y depresión que afectan su salud, pero también la de sus familias y comunidades. - Ojo con el consumo de bebidas alcohólicas
Beber en cantidades excesivas o con demasiada frecuencia aumenta el riesgo inmediato de sufrir lesiones, accidentes de tránsito y violencia. A largo plazo se ha relacionado con daños en el hígado, cáncer y enfermedades cardiacas. La OMS también plantea que el uso nocivo del alcohol también puede afectar a su salud mental y perjudica a sus familiares y a las personas que lo rodean. - El reto de dejar de fumar
Los expertos consultados aseguran que este es un paso que sí puede influir en una mejor salud masculina. El tabaco está relacionado con cáncer, enfermedades pulmonares y cardiacas y accidentes cerebrovasculares, y causa más de ocho millones de muertes cada año. También afecta la salud sexual de los hombres. Al dejar el cigarrillo la función pulmonar mejora entre dos y 12 semanas y las enfermedades cardiacas tienen una menor probabilidad de desarrollarse. - Una mejor alimentación
Una alimentación sana es ideal para sentirse con energía y pleno. Además, esto previene enfermedades como la diabetes. En la semana incluya más frutas, vegetales, cereales integrales y aunque coma de todos los grupos de alimentos es vital cuidar las porciones. El apoyo nutricional es necesario. - Hacer más ejercicio
Una de cada cuatro personas no realiza suficiente ejercicio físico, así lo ha publicado esta organización. Los adultos deberían practicar una actividad física de intensidad moderada durante al menos 2.5 horas a la semana o 150 minutos. Hacer ejercicio contribuye a mantener un peso saludable, reduce el riesgo de enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y cáncer, y también puede ayudar a combatir la depresión.