Lea más
Ha mostrado sus piernas y también ha compartido otros detalles de lo que ha vivido con ella. Esta dolencia afecta solo un 2 o 3% de la población, no es contagiosa.
En sí, la psoriasis es una enfermedad crónica en la piel. Su característica es la inflamación descontrolada, así como la reproducción excesiva de los queratinocitos (un tipo de células de la piel).
Para comprenderlo de una manera más sencilla, la dermatóloga Maureen Barahona, explica que la piel se renueva para la mayoría de la población en un promedio de 21 a 28 días, mientras esta renovación celular en una persona con psoriasis por cuestiones genéticas se tiene un sobreestímulo y generan sustancias que hacen que la piel se regenere más rápido y toma de cinco a ocho días, de esta manera las nuevas células se acumulan en la superficie de la piel y se reproduce tan rápido que el cuerpo ya no logra eliminarlo.
Se manifiesta con signos físicos como enrojecimientos y lesiones escamosas, resecas, engrosadas e inflamadas de la piel, variando la extensión de piel afectada de unos a otros individuos. Podría provocar una picazón severa y que la persona se sienta incómoda durante todo el día.
Benjamín Hidalgo, dermatólogo asistente en el servicio de dermatología del Hospital Nacional de niños de Costa Rica, comenta que esta enfermedad es posible aparezca a cualquier edad, incluso en los primeros meses de vida, aunque es más común entre los 15 y 35 años. Afecta por igual a hombres y mujeres.
Es una enfermedad que se puede heredar. Si uno de los padres la padece, los hijos tienen un 15% de posibilidades de desarrollarla, mientras si tiene un hermano gemelo, las posibilidades aumentan a más de un 70%.
También existen factores que pueden empeorarla o a desencadenarla como el estrés. En ocasiones se ha asociado a su aparecimiento después de un cuadro de infección como la amigdalitis estreptocócica. Influyen además cuestiones como el tabaquismo o el consumo de alcohol.
Por su parte, Barahona explica que arriba de los 40 años es más común que aparezcan enfermedades como diabetes, hipertensión, hipotiroidismo y otras que son factores que también predisponen al paciente para desarrollar una psoriasis. “La inflamación no se limita a la piel y puede manifestarse en otros órganos y sitios, sobre todo cardiacos, cerebrovasculares o gastrointestinales, es una enfermedad es generalizada aunque su manifestación principal es en la piel”, agrega.
Así podría afectar desde el cabello y confundirse al principio con caspa, presentarse en las uñas o en distintas partes del cuerpo.
Hidalgo tiene cerca de dos décadas de estar en contacto con pacientes con psiorasis y también reconoce que a lo largo de los años los tratamientos están evolucionando y se ha logrado una mejor calidad de vida en los pacientes.
Sin duda, no se trata únicamente de cuestiones farmacológicas recomendadas por el médico dermatólogo, el tener el acompañamiento de otras especialidades como un psicólogo y nutricionista podría hacer la diferencia en alcanzar un tratamiento integral.
Informarse, formarse y acompañarse de especialistas y de otros pacientes es esencial para los pacientes que viven con psoriasis durante toda su vida.
Para disgnosticarla con regularidad es suficiente una exploración física y la historia clínica, aunque en ocasiones podría requerirse de una muestra de piel, es decir una biopsia.
La artritis psoriásica
La psoriasis podría afectar también otras partes del organismo, por ejemplo, las articulaciones. Esta artritis afecta a un porcentaje de los pacientes, entre un 10 y 30%.
En especial están afectadas las articulaciones de los dedos de manos y pies, la columna lumbar y sacra, las muñecas y las rodillas. En algunos casos, si no se trata, puede provocar daños irreversibles en las articulaciones.
Se caracteriza por una inflamación acompañada de dolor y el aumento de la temperatura en la zona afectada, así como dificultad para moverse. Una particularidad es que en ocasiones este síntoma se presenta meses o años después del problema en piel, o en ocasiones las lesiones en piel son mínimas y es la artritis la que destaca.
Es por ello importante que ante dolor o hinchazón articular se consulte con el médico reumatólogo para evitar complicaciones. Se necesitará para aliviar el dolor seguir el tratamiento con medicamentos antiinflamatorios, así como darle prioridad a la rehabilitación y el ejercicio, así como a terapias como aplicar frío sobre articulaciones.
Otro punto importante es la terapia ocupacional y el aprender a hacer cambios de vida como evitar esfuerzos y sobrecargas, aprender a moverse y otras acciones para cuidar las articulaciones.
En busca de un alivio
El tratamiento de la psoriasis se enfoca de acuerdo con la gravedad de la enfermedad; se prescribe tratamiento tópico en los casos leves y sistémico en los moderados o graves.
La enfermedad puede tener periodos de recaídas y remisiones y a pesar de los avances terapéuticos, hasta ahora no ha sido posible su curación definitiva.
Existen diversidad de tratamientos y la recomendación es informarse de ellos y que con el médico se consensúe a cuál puede ser el mejor a seguir. Esto incluirá informarse sobre la enfermedad y el cuidado de la piel y tomar decisiones que mejoren su condición. La finalidad es que el paciente tome un papel activo en su enfermedad.
El tratamiento es holístico porque no es solo un componente dermatólogico. Si hay problemas en articulaciones o en otras áreas podría necesitar el acompañamiento de otros especialistas.
En cuanto a la piel depende de la severidad de la placa y el porcentaje de afección corporal. Podría requerirse de corticoesteroides, análogos de la vitamina D, reposición de Zinc, antiinflamatorios y opciones biológicas, por mencionar algunas, dice Barahona.
Hidalgo explica que los tratamientos tradicionales farmacológicos de inmunonupresores que reducen la inflamación se han utilizado por años, como cualquier tratamiento podrían tener efectos adversos como una disminución de glóbulos rojos y/o afectar el hígado, así como riñones, entre otras cuestiones, por ello es indispensable tener un seguimiento sobre su uso, el tiempo y las cantidades.
Barahona explica que en ocasiones se tratan con corticoesteroides y aunque estos resultan positivos, las cantidades o el utilizarlos a largo plazo provoca otras complicaciones. El uso prolongado o excesivo puede causar adelgazamiento de la piel y con el tiempo dejar de hacer efecto.
Además es importante llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio. El sol es beneficioso para la mayoría de pacientes por el aporte de vitamina D que se reconoce disminuido en un gran número de ellos. “Lo mejor es que tomen el sol entre las 7 y 8 de la mañana y que consuman alimentos ricos en esta vitamina como los lácteos”, explica Barahona.
La proteína de carnes o vegetales también ayudará a la salud de la piel, así como el mantener los niveles adecuados de hidratación. Hidalgo agrega que la dieta mediterránea ha sido considerada beneficiosa, esta incluye nueces, garbanzos, lentejas, vegetales y pescados.
Es necesario el uso de jabones sin detergente y cuidarse de no lastimarse. Se desaconseja utilizar esponjas o estropajos y hacer una ducha corta con agua tibia y no caliente.
Hidalgo hace énfasis en que la finalidad es el control máximo de la enfermedad y que de tener lesiones sea en un mínimo de su cuerpo.
Más allá de lo físico
La enfermedad tiene un componente emocional importante. Los pacientes con frecuencia sufren discriminación y son excluidos.
“Existe mucho estigma alrededor de la enfermedad, en ocasiones el paciente logra esconder algunas partes de su cuerpo, pero cuando las lesiones son visibles el paciente sufre y es sujeto a rechazo”, dice Barahona. La inflamación incluso está relacionada con morbilidades psicológicas y psiquiátricas, porque la misma enfermedad podría cambiar receptores a nivel cerebral y tienen más tendencia a depresión, suicidio y otras enfermedades psicológicas.
El acompañamiento psicológico también es parte integral de esta enfermedad, en especial cuando el paciente empieza a aislarse, evita las actividades sociales y presenta episodios depresivos. Cuando la psoriasis no se controla estas repercusiones podrían disminuir la capacidad de vivir la vida en su máximo potencial.
Una vez se trate de la manera adecuada el paciente puede llevar una vida digna y de calidad, concluyen los expertos.