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En ocasiones sucede que, aunque tengamos la voluntad, no contamos con el tiempo necesario para cuidar a nuestros familiares, pero sí podemos optar por recurrir a una persona de confianza que realice esta labor; puede ser alguien de la familia, enfermeros o personas que se dediquen al cuidado de los adultos mayores.
De ser así, es importante que nos tomemos la responsabilidad de escoger bien al cuidador que atenderá a nuestros familiares, pues deberá brindar una atención especializada y cumplir con determinadas características que son esenciales para el bienestar del adulto mayor. Ojo: esto no quiere decir que usted pueda desentenderse de su familiar, pues también necesita que esté pendiente de su estado de salud y otras necesidades que pueda tener. Procure tener una buena comunicación con el cuidador y el médico del paciente.
Recuerde que ‘no todas las personas necesitan lo mismo, ya que todos envejecemos de diferente manera y, por lo tanto, necesitamos de cuidados específicos. Por ello, es importante que el cuidador conozca bien a su paciente y esté al tanto de todo lo que sucede. De igual forma, debe estar preparado para los cambios’, expresa Avendaño.
Entonces, ¿qué debemos buscar en los cuidadores?
Vocación
Debido a que se trata de una tarea desgastante, Oliver Aroche, geriatra, considera que es necesario que el cuidador tenga vocación de servicio. Asimismo, al tener esta característica, la persona estará dispuesta a buscar preparación y capacitación constante.
El cuidador también debe ser una persona que esté atenta a las necesidades del paciente. Aroche explica que hay quienes dicen cuidar al adulto mayor, sin embargo, únicamente los acuestan a ver televisión y esto, contrario a ayudarles, les perjudica la salud.
Al ser una persona atenta a las necesidades, usted, como familiar, podrá tener mayor seguridad del estado de salud del paciente, pues el cuidador se tomará el tiempo de observar los signos vitales y todos aquellos pequeños cambios en la rutina que podrían ser significativos, como el apetito, el sueño y la capacidad de movimiento, entre otros.
‘Un cuidador es el confidente, con quien más tiempo comparte, entonces también debe tener empatía’, expresa Avendaño, haciendo referencia a los casos en los que son distintos cuidadores los que se turnan para atender al paciente. Lo ideal es que sea uno, pues los adultos mayores suelen tener mayor confianza con uno y tiende a rechazar al otro.
Preparación y capacitación
La persona que se dedique a cuidar a su familiar debe tener una preparación y capacitación específica para los cuidados básicos de un adulto mayor. Entre los conocimientos que debe tener, está el traslado del paciente, el saber levantarlo de la cama para llevarlo a la silla de ruedas o al andador (si fuera el caso), ejercicios de fisioterapia como entrenamiento para mantener la independencia de la persona, ejercicios para la memoria y de terapia ocupacional para que esté entretenido y se sienta útil, agrega Aroche.
Para ello, dice Avendaño, existen cursos específicos que también le permitirán al cuidador capacitarse en cuidados de urgencia y tener en cuenta que debe que debe retirar todo tipo de peligro para su paciente como el acceso a frascos con soluciones tóxicas, el alcance objetos cortopunzantes como cuchillos, las alfombras que podrían dar lugar a tropiezos y todo aquello que involucre el acondicionamiento del ambiente para el adulto mayor. De igual forma, el cuidador debe saber que el paciente debe estar abrigado, pues padece de frío más que una persona joven.
Nutrición
Otra de las necesidades que debe cubrir el cuidador, según Avendaño, es la nutrición del adulto mayor, pues debe ser capaz de preparar las comidas según las indicaciones específicas para su paciente, establecer horarios de comida, hidratarlos constantemente y estar pendiente de cómo ha sido su deglución, pues esto también está relacionado con su estado de salud.
Comunicación
El cuidador debe ser una persona comunicativa y tener presente todo lo que ocurra con su paciente, para poder informarle tanto al médico como a los familiares y así tener mayor claridad sobre el estado de salud del paciente.
Recuerde que es importante que el cuidador también se encuentre en buenas condiciones de salud para atender al paciente y ofrecerle el mejor servicio posible al atender a sus necesidades.
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