Durante cada 24 horas se juegan distintos roles a nivel personal, en la familia, el trabajo o con el grupo de amigos. Lo esencial de estar bien en cada uno de estos aspectos es encontrar el equilibrio personal y eso es sentirse bien física y emocionalmente.
Así que es primordial que cada día nos enfoquemos en trabajar en nosotros, para reflejar eso en cada uno de los ambientes en los cuales nos desarrollemos. La Organización Mundial de la Salud lo define como la habilidad que tiene el individuo para prevenir enfermedades y mantener la salud, con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica.
The International Self-Care Foundation (Fundación Internacional del Autocuidado) es una entidad que impulsa un estilo de vida que debe contemplarse las 24 horas, los siete días a la semana. Así que impulsó que cada 24 de julio (24/7), se preste atención a fomentar esto. Aunque la finalidad es que sin importar la fecha, cada día estemos conscientes de ello.
Las evaluaciones de rutina, más que conocer los números
Sin duda, cada vez que despertamos tenemos la oportunidad de trabajar en nosotros y en construir una mejor salud.
Existen ciertos factores genéticos y otras influencias que no están bajo el control propio que podrían desencadenar algunas enfermedades. La finalidad es trabajar en aquellos aspectos que sí se encuentran de nuestra parte y que pueden evitar complicaciones presentes y futuras.
Herbert Vides, asesor médico para la división de consumo para laboratorios Bayer de la región de Centroamericana y el Caribe, explica que el autocuidado ha evolucionado a lo largo de la historia y las personas, la familia y comunidades toman la responsabilidad de tener hábitos adecuados a nivel personal y de comunidades, en los que se incluyen manejo de estrés, actividad física e incluso las actividades de tiempo libre.
La Fundación Internacional del autocuidado también propone ciertos pilares para lograr este equilibrio personal. Esto incluye ser más conscientes de la condición física y mental, el conocimiento respecto a los valores de salud como el índice de masa corporal, niveles de colesterol, presión arterial, entre otros.
Cada cierto tiempo se debería realizar una serie de evaluaciones que nos muestren cómo está nuestro estado de salud e identificar a tiempo cualquier detalle que nos permita estar más alertas.
Estos cuidados aumentan si ya se han diagnosticado algunas enfermedades. En una diabetes, por ejemplo, se debe cuidar a diario los niveles de azúcar y otra serie de aspectos que lleven a asegurar que se está bajo control.
Los exámenes de salud regulares pueden ayudar a encontrar problemas antes de que comiencen. También sirven par a instituir en forma temprana tratamientos o curaciones, o anticipar cuál es la mejor ruta terapéutica a seguir. Cuando se acude a los servicios de salud adecuados, para las evaluaciones y tratamientos, se están tomando medidas que ayudan a que sus posibilidades de vivir una vida más larga y más saludable sean más factibles.
Una evaluación completa debería incluir exámenes para detectar si se padece o se está en peligro de padecer cualquiera de las siguientes enfermedades que se pueden prevenir por medio de exámenes rutinarios:
- Detección temprana de cáncer de mama y cáncer de cuello uterino
- Niveles de colesterol y triglicéridos
- Detección de cáncer colorrectal
- Niveles de presión arterial
- Salud bucal para adultos
- Examen de cáncer de próstata
- Cáncer de piel: información básica
- Análisis de sangre, heces y orina completos, se debe incluir los necesarios para detectar enfermedades de transmisión sexual
- Niveles de azúcar en la sangre
- Salud hepática, gástrica y pancreática
- Salud auditiva
- Estado general de los huesos (densidad ósea)
- Pruebas de pulmones
- Salud ocular
- Si el médico lo considera conveniente, deben realizarse exámenes neurológicos.
La base de la salud
La Fundación, al igual que otras organizaciones y especialista ponen énfasis también en la forma de alimentarnos y ejercitarnos, base fundamental para una buena salud.
Además motivan a abandonar hábitos riesgosos como el consumo de tabaco y cuidar el consumo de alcohol.
Al respecto, la médico diabetóloga Jennyfer Cárcamo, de la Unidad del Pie Diabético, explica que la comida influye en estos objetivos. “Somos lo que comemos y debemos aprender y buscar cómo alimentarnos de mejor manera en la que se incluyan quitarnos el azúcar -aún la persona no diabética-“, dice la experta.
Comenta que los tiempos de comida pueden dividirse entre cinco y ocho tiempos, en los que las porciones deben ser apropiadas. En las comidas principales se sugiere que la mitad del plato sea de vegetales, los carbohidratos deben ser del tamaño del puño y la cantidad de proteína del tamaño de la palma de la mano, es una manera sencilla de verlo y de aplicarlo, agrega.
La diabetóloga también expresa que el ejercicio es fundamental para toda la familia. Si se lleva una vida muy agitada y con poco tiempo sugiere buscar ser más activos.
Si pasamos demasiado tiempo sentados hacer pausas frecuentes, levantarse y hacer caminatas cortas y de ser posible poner pesas o poner peso para levantar con las piernas para fortalecer los músculos.
También se pueden buscar otras ideas o ejercicios que ayuden en los espacios donde nos movemos.
Al mejorar el tono muscular se mejora la absorción de calcio en los huesos, la absorción de insulina y azúcar, lo cual influye en la calidad de vida, agrega Cárcamo
Otro aspecto al hablar de salud es incluir hábitos de limpieza como lavarse las manos y dientes, que influyen en evitar enfermedades.
Los especialistas también hablan del uso racional y responsable de los productos, servicios, diagnósticos y medicamentos.
Al llevar una vida sana, se disminuye la probabilidad de enfermedades y esto también influye en que los profesionales de la salud tengan más tiempo para concentrarse en casos más graves y en aquellos pacientes que realmente requieren atención médica.
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