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Es importante aclarar que todas las personas quienes pasan por un evento difícil tendrán reacciones por esta experiencia. Con el paso de los días podrían sentirse mejor, dependiendo de qué sucedió.
Algunos podrían empezar a desarrollar otras problemáticas que les lleve a necesitar apoyo psicológico y/o psiquiátrico para recuperar su estabilidad emocional.
La psiquiatra Ana Cristina Morales explica que mientras más rápido se busque ayuda se evitarán otros trastornos como depresiones y diferentes condiciones que lleven a las personas a paralizar su vida cotidiana.
En ocasiones no se busca ayuda porque consideran que esto no es una enfermedad que amerite intervención de un especialista, pero en realidad sí se necesita para aprender a gestionar emociones y encontrar un espacio que le ayude a sanar en el interior, agrega la médico Morales.
Al llegar a terapia se cuenta con un lugar para hacer catarsis, es decir para liberar emociones y hablar de cuestiones que no puede hacer en otros contextos.
Además la finalidad es que encontrar mecanismos de enfrentamiento para recuperar su fuerza interior. “Las personas necesitan reconocer que sucedió, así como las acciones para reconstruir su vida”, dice Morales.
El trabajo de cada persona para sanar es diferente.
La finalidad es llegar a encontrar equilibrio y técnicas de empoderamiento. Los seres humanos van por su camino personal de sanación.
Por ejemplo, en unos casos un curso de defensa personal o de otra índole podría ayudarle a sentir más seguridad interior. Existen diversidad de posibilidades según el progreso de cada uno.
Algunos incluso podrían llegar a establecer acciones como ayudar a otros que pasan por situaciones similares, crear programas de prevención, entre otros ejemplos.
Transformarse y crecer
Deborah Lima, maestra en psicología social y violencia, expresa que después de un evento traumático el proceso terapeútico podría ayudar a resignificar la experiencia.
La experta también explica que el apoyo de la familia y los amigos podria incidir positivamente.
“Comenzar a retomar decisiones en nuestra vida por muy pequeñas que sean, nos harán sentirnos en control” , expresa Lima.
Ayudará enfocarse en fortalecer los talentos y dones, así como trabajar en emociones como la culpa o el miedo y romper con ellos y con cualquier otra cadena que no nos deje avanzar.
El punto ideal sería convertirse en observadores de sí mismos. Reconocer las emociones para aprender a gestionar aquello que está en nuestras manos y saber qué no depende de nosotros.
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