Para poder optimizar el ritmo circadiano es importante que ayudemos a nuestro cuerpo y sus procesos fisiológicos naturales.
Ahora es más natural lo que es anormal para el cuerpo, el abuso del café, azúcar, alcohol vs. dormir, comer bien, y tomar agua.
Si no ayudamos a nuestro cuerpo, el cuerpo reacciona. En el caso del ritmo circadiano; no van a poder descansar. No descansar, comprobado, causa: sobrepeso, diabetes, cambios de metabolismo, hipertensión y demás.
Uno sí tiene la capacidad de entrenar al cuerpo. Aquí le compartimos información sobre cómo optimizar el ritmo circadiano.
- Al despertar incrementa la frecuencia cardiaca, recomendamos desayunar 2 horas después de despertar; así no perderá la energía acumulada en el cuerpo.
- La hora más efectiva es a las 10, ese es el momento de mayor energía y atención.
- De 14 a 15 horas la temperatura del cuerpo comienza a subir, comemos, y solemos no estar activos. Por ello, se recomienda hacer siesta de no más de 30 minutos. (Existe un estudio que comprueba que las personas longevas hacen siesta)
- A las 17 o 18 horas se recomienda hacer ejercicio, ya que el metabolismo se enfoca en la actividad física y ayuda a mejorar el sueño de noche.
Les compartimos 6 consejos fáciles de aplicar para optimizar el ritmo circadiano:
- Dejar que su cuerpo reciba luz natural.
- Hacer ejercicio al aire libre.
- Exponerse a menos luz artificial de noche. (La luz azul se encuentra en la tecnología)
- Procurar un cuarto más frío y oscuro antes de dormir.
- Usar antifaz, si es necesario, es simple y fácil.
- Consumir menos calorías y azúcar de noche. El cuerpo no la necesita a esta hora, la almacena en lugar de utilizarlo.
Las personas deben entender su propia manera de optimizar su ritmo circadiano. Todas las vidas son diferentes, podemos generalizar; pero el ideal es que puedan entender estos grandes conceptos y ver cómo se puede moldear para que sean funcionales en su vida.
Para más información, visite el blog: Tiene Sentido en napand.co.
Hábitos
Dra. Arianne Meza de Nap&Co
“El cuerpo no es un robot ni computadora perfecta, el cuerpo tiene que entender cómo hacer las cosas. Es disciplina, constancia, hábitos”.