Salud y Familia

¿Qué es y qué se puede hacer ante un espolón calcáneo o fascitis plantar?

Para muchas personas, el día comienza ya con molestias ni bien dan el primer paso, cuando un dolor punzante les atraviesa el talón. Los expertos recomiendan qué hacer en estos casos.

¿Qué es y cómo se puede ayudar ante un espolón calcáneo?

Un dolor punzante que atraviesa el talón puede ser síntoma del espolón calcáneo. (Foto Prensa Libre: Christin Klose/dpa)

El dolor en el talón muy frecuente, pero tiene nombre, el diagnóstico coloquial es “espolón calcáneo”, que, sin embargo, no es del todo correcto desde el punto de vista médico. En sentido estricto, se trata de una fascitis plantar, una inflamación de la fascia plantar.

 ¿Qué produce el espolón calcáneo en el pie?

“Si se contemplan solamente los huesos del pie, este debería en realidad ser plano”, comenta el ortopedista alemán Achim Bitschnau.

“El hecho de que no lo sea y de que pueda actuar prácticamente como amortiguador se debe, entre otros, a la fascia plantar”, detalla. Esta banda de tejidos se encuentra entre los dedos y el calcáneo y confiere al pie su arco.

En caso de que esta estructura se vea sobrecargada, precisa Bitschnau, puede producirse una reacción inflamatoria y, a través de esta, modificarse tanto el tejido como la osificación. En las radiografías, esta osificación se reconoce como un espolón, es decir, una excrecencia en forma de espina.

A primera vista, este parece ser el responsable de las molestias. Pero en realidad lo es la inflamación, que -sobre todo por las mañanas- convierte los primeros pasos en una tortura.

Aunque apenas hay datos fiables, se calcula que, por ejemplo, en Alemania, una de cada diez personas de entre 40 y 60 años padece esta dolencia.

¿Qué factores propician un espolón calcáneo?

Las causas son múltiples. “Entre los factores de riesgo se cuentan exceso de peso, acortamiento del tendón de Aquiles, deformidades del pie como pie plano y pie hueco, esfuerzo físico intenso regular y calzado inadecuado”, enumera el profesor Georgi Vassilev, director de la Clínica y Policlínica de Ortopedia y Cirugía Ortopédica del Centro Médico Universitario de Greifswald, en Alemania.

Aún no está claro por qué en algunas personas se produce una fascitis plantar, mientras que muchas otras viven con un espolón calcáneo, pero sin síntomas. Resulta tranquilizador saber que la fascitis plantar suele curarse por sí sola, aunque tampoco hay que confiarse.

¿Qué terapia puede ayudar contra el dolor en el talón?

Inicialmente, debe visitarse al ortopedista. La primera medida suelen ser las plantillas. “Estas apoyan el arco longitudinal del pie y tienen una pequeña cavidad con material blando bajo el talón, para que la zona inflamada se alivie”, explica Bitschnau.

También medicación analgésica como el ibuprofeno puede ayudar, “ya que tiene un efecto antiinflamatorio y puede repercutir positivamente en la fascitis plantar”, afirma Vassilev.

Pero, aclara, “la terapia farmacológica no es una terapia aislada y debe implementarse necesariamente en combinación con otras medidas terapéuticas”.

Un método probado y frecuentemente eficaz es la terapia con ondas de choque. Esta consiste en dirigir impulsos mecánicos a la zona inflamada con una sonda de sonido.

La eficacia de este método fue científicamente demostrada, razón por la cual los seguros de salud también asumen los costos del tratamiento. Sin embargo, aún sigue sin estar claro por qué funciona exactamente. “Probablemente, se activa el tejido inflamado”, considera Vassilev.

Otra opción cuya efectividad asimismo fue comprobada es la terapia con rayos: se espera que mate las células inflamadas y suele considerarse cuando la terapia de ondas de choque no funcionó.

Por cierto, los médicos rara vez deciden operar una fascitis plantar. Por un lado, las terapias mencionadas suelen tener éxito. Por el otro, tras la intervención quirúrgica suele formarse tejido cicatricial que puede dar lugar a nuevos problemas.

En cualquier caso, hay motivos para la esperanza, afirma Vassilev. “Con las terapias actuales, más del 90 por ciento de los dolores de talón se curan en los primeros seis a doce meses”, puntualiza.

¿Qué pueden hacer las personas afectadas?

Quienes padezcan de dolor en el talón deberían proteger sus pies y, por ejemplo, optar por no salir a trotar por un tiempo. Asimismo, puede resultar conveniente deshacerse de un eventual sobrepeso y comprar buen calzado.

Los ejercicios de gimnasia también pueden contrarrestar el posible acortamiento muscular de la pantorrilla, lo que alivia la fascia plantar.

“Párese colocando el medio pie delantero sobre un escalón durante cinco minutos tres veces al día y estire los músculos de la pantorrilla hacia abajo”, aconseja Bitschnau.

¿Y qué hay de los remedios caseros? Cualquiera que mencione los espolones calcáneos o la fascitis plantar entre sus conocidos escuchará normalmente toda una lista de cosas que ayudaron a una prima o a la madre de un amigo.

Con frecuencia se mencionan el baño de pies en vinagre de manzana, la pomada de marmota, las compresas de cuajada y el magnesio.

“Desde el punto de vista médico, nada impide probarlos, aunque no suele haber pruebas científicas de su eficacia”, señala Bitschnau. “Por principio, ya es bueno ante todo que los pacientes se ocupen de su problema de salud y busquen activamente una solución”, agrega.

Pero los remedios caseros no se afianzaron porque sí. La pomada de marmota, por ejemplo, tiene un alto contenido de cortisona natural. A este factor se le atribuye, por lo tanto, su efecto antiinflamatorio.

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