Las metas y sueños requieren de mucho trabajo y esfuerzo, por lo cual es comprensible que por momentos no tengamos energías para continuar. Es importante recordar que la vida no es una carrera, sino una maratón. Es frecuente encontrar en el consultorio clínico altas expectativas que mueven a los pacientes a frustrarse constantemente porque hay momentos en los que todas las responsabilidades exigen atenderlas juntas. Por ello, los psicólogos invitamos al uso de diferentes recursos, tales como: identificar una lista de prioridades -o- desarrollar estrategias para afrontar los escenarios difíciles, hacer pausas activas y delegar.
La lista de prioridades nos permite diseñar una ruta para dividir las actividades entre mayor tiempo e intensidad. A través de una negociación podemos alcanzar un equilibrio entre estas y poder ser resilientes ante las vicisitudes. Por otro lado, las estrategias se proponen colocando todas las opciones posibles, para elegir la más conveniente, y para saber cuál es la de mayor conveniencia. Para ello debemos de comenzar por el principio, dando respuestas a las preguntas con las que se inició el artículo, ¿quiénes somos? y ¿qué queremos para nosotros y los que amamos?
Pausas activas son momentos de actividad física no mayores a 10 minutos para distanciarse de las actividades laborales. Delegar responsabilidades durante periodos controlados de tiempo nos permite hacer una negociación personal de tareas para alcanzar metas diarias o semanales con una menor carga.
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¿Qué otra pregunta le gustaría hacerle a un psicólogo? Escriba a buenavida@prensalibre.com.gt y especialistas del departamento de psicología de la Universidad Rafael Landívar responderán sus dudas.