Salud y Familia

¿Qué pasa cuando una persona es siempre negativa?

¿Usted es negativo o tiene los pies en la tierra? Esto dicen los expertos.

El ser humano tiene pensamientos positivos y negativos que influyen en la vida.  Alcanzar un equilibrio es fundamental.  (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El ser humano tiene pensamientos positivos y negativos que influyen en la vida. Alcanzar un equilibrio es fundamental. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Las emociones positivas y negativas tienen papeles importantes en nuestras vidas, un objetivo diferente en el diario vivir.

Cuando uno experimenta una emoción negativa como el miedo y la ansiedad alerta del peligro, reduce las opciones de respuesta y conduce a actuar de forma urgente para evitar, escapar o solucionar el peligro alertado. En cambio, las emociones positivas indican seguridad y la respuesta inherente a ellas no es de reducir las opciones sino ampliar y construir recursos duraderos, según explica en una investigación la psicóloga María del Carmen García, de la Universidad de Salamanca.

En general ese equilibrio en emociones es ideal.  Pero, nuestra condición humana a veces juega a irse a los extremos.  Las cifras y estudios lo confirman, se estima que el cerebro tiene cerca de 60 mil pensamientos al día, más del 90 por ciento se repiten y alrededor del 80 por ciento son negativos.

El reto es inclinarse a un aspecto más positivo. El precio de tener este cambio de pensamiento puede llevar a una mejor calidad de vida, así lo dicen estudios que han asociado esto a un aumento de la expectativa de vida, menores tasas de depresión, niveles más bajos de angustia, incluso se habla de una mejor salud cardiovascular y una mejor capacidad de respuesta en situaciones difíciles.

En la rutina de trabajo

Hugo Cruz, director ejecutivo del Centro de Investigaciones Humanismo y Empresa de la Universidad del Istmo además hace énfasis en reconocer que existen distintos temperamentos en las personas y cada uno nace diferente.

Entre esos temperamentos se encuentra el llamado racional introvertido que tienen una mayor tendencia a tener pensamientos negativos o pesimistas, con regularidad es espontáneo y no lo hacen con una mala intención sino que se tienden a identificar riesgos, brechas o debilidades en el entorno.

En general los temperamentos no podrían dividirse en buenos o malos porque cada uno tiene sus ventajas y retos, para Cruz lo importante es conocerse a sí mismo para identificar sus rasgos y con base en ello tomar cartas en el asunto frente a asuntos que se quieran mejorar.

En la convivencia en el trabajo todos los temperamentos representan un papel fundamental y el líder es quien lleva la batuta y necesita escuchar, respetar y velar por el equilibrio, dice Cruz.

“Lo mejor al integrar equipos es que hayan personas de diferentes temperamentos, de lo contario tener un grupo donde todos son racionales introvertidos haría que se limiten proyectos por temor o si todos fueran racionales extrovertidos se caería en hacer cuestiones sin pensar en consecuencias”, agrega. Así que cada persona promueve aportes.

Podría interesarle: ¿Quejarse demasiado? Lo bueno y peligroso para la salud frente a esta expresión

Si alguien se da cuenta que es demasiado negativo un consejo fundamental es acudir a conversar con otros y dialogar sobre sus temores y expectativas.   Esta comunicación podría llevar a que otras personas ayuden a tener otras visiones y se analicen otras perspectivas.

Franklin Espinoza, psicólogo industrial recomienda acercarse a un círculo de consejeros con personas con quienes nos sintamos identificados, un círculo de confianza con quien recibamos mutuamente una retroalimentación.

Ser más positivo es posible

Ahora bien, si usted identifica que la negatividad afecta su vida, relaciones y metas, los expertos hablan de algunos aspectos a considerar que podrían ayudarle en tener una experiencia más equilibrada.

  1. Identifique áreas a trabajar
     Evalúe sus pensamientos.  Para ello haga un listado de los más recurrentes e identifique en qué aspectos es más negativo.  Esto le permitirá crear acciones.
  2. Atrévase a cambiar su discurso
    Modifique sus pensamientos negativos en positivos.  La psicóloga María del Carmen García describe este ejemplo, si piensa algo como  “no me apetece nada tener que ir a esa fiesta esta noche. Nunca sé que decirle a la gente que me presentan y lo paso mal”, cambiarlo por “esta noche en la fiesta tendré la oportunidad de conocer a personas interesantes. Me gusta tratar con la gente y sé escuchar bien. Los demás disfrutan hablando conmigo”.  Así podría ejercitar un cambio en sus oraciones.
  3. Visualice y anote
    En sus metas a corto, mediano y largo plazo haga un listado de aspectos tanto positivos como negativos.  Eso le ayudará a tener un mejor panorama para actuar.
  4. Un cuidado de sí mismo
    El ejercicio y una comida saludable son positivos para la mente y el cuerpo.  El buen descanso también será de beneficio para su salud.  No se olvide de aprender técnicas para el manejo del estrés.
  5. Comparta con personas positivas
    Mayo Clinic invita a compartir con personas positivas que le apoyen y en quien pueda confiar para que le den consejos y opiniones útiles. Las personas negativas pueden aumentar su nivel de estrés y hacerle dudar de su capacidad para controlarlo de manera saludable.
  6. Amable con usted y agradecido
    No se diga nada a sí mismo que no le diría a otra persona. Sea amable con usted.   Haga un listado diario de cosas con las que está agradecido.
  7. Trabaje su espiritualidad
    Sin importar sus creencias religiosas, la espiritualidad invita a mantener la esperanza.  Practíquela en su diario vivir, ella influye enormemente en nosotros y en aquellos que tienen algún contacto con nosotros. Si no hay esperanza de alcanzar la meta deseada, esta se convertirá en un sueño no realizado o en una ilusión desesperada.

ESCRITO POR: