El psicólogo Juan Carlos Zetina, expresa que la intuición es un característica o aspecto del ser humano no viene del razonamiento y tampoco de un sentimiento, aunque podría confundirse con una sensación. “Viene de la energía del corazón y es una certeza que no se tiene una lógica de cómo comprobarlo, podría compararse con una inspiración, a lo largo de la vida se decide si se le hace caso o no”, agrega el experto.
El guía espiritual Osho escribió un libro llamado Intuición, conocimiento que trasciende la lógica, en el cual explica que si la intuición se propagara a través de rayos u ondas podríamos construir un instrumento para captarlas. Sin embargo, no hay instrumento que pueda captar la intuición porque no es un fenómeno que se transmita a través de ondas. “No es siquiera un fenómeno; es solo un salto de la nada al ser. Intuición significa simplemente eso; por eso la razón la niega. La razón la niega porque es incapaz de encontrarla. La razón solo puede encontrar los fenómenos que se pueden dividir en causa y efecto”, expresó en su libro.
Por su parte, Luciano Sposato, un neurólogo estudioso del corazón y su relación con el cerebro, comparte en una conferencia que un estudio de la Universidad de Cambridge revolucionó el tema en la toma de decisiones y es escucharnos en el interior.
En el estudio un grupo de personas tenían que tomar decisiones que tendrían resultado positivo y el otro grupo lo haría pero con algo no tan favarable. Mientras participaban del juego se le monitoreaba latidos cardiacos y antes de tener una decisión el corazón latía de una manera distinta, es decir que el corazón sabía antes de que el cerebro fuera consciente si la decisión sería favorable o lo contrario.
“El cerebro y el corazón son capaces de comunicarse directamente entre sí mediante conexiones neuronales, porque el corazón también tiene neuronas”, dice el experto.
Investigaciones durante los últimos años han reconocido que tanto las emociones como la razón son necesarias en la toma de decisiones.
Las estrategias racionales del ser humano, maduradas a lo largo de la evolución, no se habrían desarrollado sin emociones y sentimientos. Un elemento vital para llegar a complicadas decisiones morales es la intuición, no el razonamiento lógico o analítico, aseguran L. Turabián Fernándeza y B. Pérez Francob, ambos especialistas en medicina familia y comunitaria.
Los neurocientíficos que han comenzado a explorar las bases físicas de las emociones han encontrado que las emociones intensas, especialmente en momentos clave de la primera infancia, pueden ser un gatillo para cambios de comportamiento y modificaciones cerebrales que persisten después de desaparecer la emoción y que condicionan futuras respuestas personales.
De qué trata
La intuición no es otra cosa que una forma altamente desarrollada del instinto. Los expertos comentan que no tiene lugar por cánones estrictamente lógico.
Tenemos sentidos más allá de los cinco sentidos. Describen que uno de ellos es la intuición. “No solo el arte; los grandes descubrimientos científicos también surgen de manera intuitiva”, describen. El mismo Albert Einstein famoso físico dijo al ser cuestionado sobre su genialidad, “creo en la intuición y en la inspiración. A veces siento que estoy en lo cierto aunque aún no sepa que lo esté”.
El autor de best sellers en temas de liderazgo, emprendimiento y desarrollo personal Ismael Cala describe que todos tenemos la intuición, pero pocos la desarrollan. “Nuestra necesidad de certeza nos aleja de nuestra voz interior y con la absurda necesidad de evidencia científica, la intuición va quedando dormida”, dice el conocedor.
Expertos aseguran que deberíamos tener más respeto a la intuición que el que se le da actualmente, ya que los estudios recientes sugieren que desempeña un papel crucial en la habilidad al tomar decisiones. Un artículo publicado en la Revista de Psicología Experimental en 2021 explica que las interacciones humanas a menudo implican una elección entre actuar egoístamente (en interés propio) y actuar prosocialmente (en interés de los demás).
Los participantes jugaron varios juegos económicos en los que tenían que elegir entre una opción prosocial y una egoísta. Los resultados mostraron consistentemente que tanto las respuestas se hicieron predominantemente de manera intuitiva en lugar de después de una corrección deliberada. Según el punto de vista de corrección deliberada, los hallazgos indican que tomar decisiones prosociales y egoístas generalmente no se basa en diferentes tipos de modos de razonamiento (intuición versus deliberación), sino en diferentes tipos de intuiciones.
La académica, investigadora y autora estadounidense, Brené Brown en su libro The gifts of imperfection explica sobre la intuición que “es nuestra habilidad de mantener un espacio para la incertidumbre y nuestra disposición para confiar en las muchas maneras en las que hemos desarrollado sabiduría y entendimiento, lo que incluye el instinto, experiencia, fe y razón”.
¡Llamar a la intuición!
Será posible que las personas logremos mejorar en escuchar ese sexto sentido. Compartimos algunos consejos de los expertos.
- Respire. Sin duda es más fácil escucharse en el silencio y no en momentos de estrés en los que en la mente existe muchos ruidos. Cuando tome una decisión tome un momento para respirar. Por lo regular los humanos respiran mal y no ponen atención en toda su capacidad. Si observa a un bebé tiene una respiración larga, es una respiración abdominal y con el diafragma y esa es la manera óptima de hacerlo. Los adultos en cambio respiran más en la parte alta de la caja torácica y donde no se tiene todo el rendimiento respiratorio. Mejorar la forma de respirar se logra a través de ejercitarse a diario y de hacerlo de manera consciente. Podría comenzar por siete respiraciones profundas al despertar. Una investigación en 2018 llamada Respirar por encima del tronco cerebral: control volutivo y modulación atencional, elaborada en Estados Unidos, asegura que a través de la respiración se puede trabajar la atención, la memoria y el control emocional. Además es posible que en unos minutos su cuerpo se relaje y pueda tomar mejores decisiones con base en lo que siente en su interior.
- Medite. No existe una sola técnica de meditación y el ideal es encontrar un espacio físico tranquilo en el que pueda relajarse y estar en silencio. Están las meditaciones activas en las que su mente proyecta visualizaciones positivas y otras que invitan a mantener el silencio. Estudios científicos han relacionado la meditación con una mejora de memoria y otras funciones cognitivas, así como con la mejora de la capacidad de atención y con la disminución del estrés.
- Ensayo y error. Aprenda a leer en su cuerpo cuando la intuición hable. Conozca cómo siente el miedo y otras emociones. Podría equivocarse y esto le dará una enseñanza también de cómo entender su interior. Detenerse, cerrar los ojos y poner la mano en el corazón y preguntarse a sí mismo podría ser una estrategia importante.
- A moverse. Al gunas de las ideas para la intuición surgen cuando se está en movimiento. Así caminar, bañarse, ejercitarse o incluso hacer algunas tareas concentrados invita a despertar la intuición. Es durante un instante en que es necesario estar atentos a esos espacios. Otro ejercicio de Osho es ir a la naturaleza, sentarse bajo un árbol y dejar que sus pensamientos se calmen y desaparezcan. No se plantee ningún problema, simplemente espere. Cuando sienta que ha llegado un momento de no-pensamiento, entonces levántese y empiece a andar. Deje que su cuerpo se dirija donde quiera. Sea simplemente un observador. No interfiera.
- Planee una cita. Conéctese con usted mismo. Haga un viaje o una pequeña excursión en la que tenga tiempo de conectarse con su interior. A diario tenga un momento que puede ser corto para detenerse en sus tareas y simplemente disfrutar del momento y lugar en el que está.
- Arte en la vida. Acérquese a la poesía, visite un museo, veo una obra de teatro o escuche música inspiradora o anímese usted a hacer arte. Estos elementos también le ayudarán a conectarse a su interior. En las mañanas al despertar también ayudará escribir por lo menos una página de todo lo que venga a su mente.