Y ¿qué es la voluntad? De acuerdo con la psicóloga Nissely Herrera se trata de la “capacidad para poder elegir en libertad”. Surge de la intencionalidad y se dirige hacia las acciones que queremos hacer o evitar, señala la especialista.
El coach ontológico Yessid Barrera comenta que la voluntad es la potestad de dirigir las acciones de lo que queremos hacer y la manera en que ordenamos la conducta y los comportamientos.
“Es una elección que hacemos desde el propio contexto cuando se acude al propio historial para decidir algo que nos conviene”, amplía Barrera.
Más allá de entender la voluntad, es pertinente comprender para qué funciona. De acuerdo con los especialistas, la voluntad puede conducir hacia un cambio, surgimiento de hábitos, ya que parte de asumir y tomar nuevas decisiones.
“Tenemos la decisión de elegir en libertad. Es ahí donde está el regalo de la voluntad: en que nos hagamos conscientes de que la libertad de elección nos pertenece y, por tanto, podemos elegir la conducta que deseemos para ciertos resultados”, expresa Nissely Herrera.
La psicóloga apunta que, desde la mirada de la salud mental, la voluntad empodera a las personas y les permite apropiarse de su vida desde la autorresponsabilidad. “Así podemos construir una historia basada en bienestar y desde un presente consciente”, explica.
¿Voluntad o motivación?
Dentro del proceso de toma de decisiones, los sentimientos juegan un papel importante ya que dan el impulso para que se realice lo anhelado poniendo en práctica la voluntad. Estos pueden ser concebidos como una motivación.
La psicóloga Nissely apunta que la motivación puede ser exterior ya que surge de estímulos o situaciones marcadas por un impulso energético que alguien o algo fomentan. No obstante, estas pueden ser cambiantes.
En la motivación interna juegan un papel importante los deseos personales e íntimos, así como las razones personales.
Yessid Barrera apunta que la voluntad puede ser más fuerte que la motivación, ya que desde ella se decide. A diferencia de la voluntad, la motivación está más asociada a la volatilidad de las emociones o deseos.
Sin embargo, ante este panorama, tanto el coach como la psicóloga apuntan que es necesario conjugar la motivación interna -impulso personal- junto con la decisión consciente de llevar a cabo el deseo -la voluntad-.
El coach Barrera dice que, al vincular la voluntad con la motivación se crea una fuerza de acción más grande, ya que todas las emociones “encajan”.
Por otro lado, la psicóloga Herrera señala que, aunque muchas veces las personas no están motivadas, pueden decidir orientar su conducta interna para así avanzar hasta el objetivo anhelado.
Reforzar la voluntad
Aunque pareciera sencillo comprender la voluntad, lo cierto es que en muchas ocasiones cuesta ponerla en práctica. Esto puede deberse al exceso de pensamientos, manifiesta Yessid.
Los vacíos que tienen en ocasiones las personas pueden llenarse con la aparición de pensamientos. Querer solucionarlos requiere de voluntad, pero hay quienes permanecen más tiempo con la idea de cómo resolverlos antes de actuar frente a ellos.
Concebir y pensar en las cosas que se desean es importante dentro del proceso de la voluntad, pero es crucial no dejarse llevar por tantas consideraciones, ya que esto arriesgaría con que se postergue la meta.
Ante la pregunta de cómo se puede reforzar la voluntad, la psicóloga Nissely responde que es necesario “tener la capacidad de cuestionarlo todo”, ya que, en medida que las personas le encuentren un porqué a sus decisiones, podrán revisar los motivos detrás de cada una y, en consecuencia, dirigir la voluntad en un sentido correcto y congruente hacia lo deseado.
Para reforzar la toma de decisiones desde la voluntad, el coach Barrera sugiere:
- Poner en práctica los hábitos: De acuerdo con el especialista, la voluntad se debe pulir. Esta se consolida en medida que se genere un hábito disciplinado.
- Comenzar con un reto pequeño: Si se desea llegar a una meta grande, lo esencial es iniciar desde algo pequeño mediante el incremento del hábito de la constancia y/o disciplina.
- Recompensarse: Cada vez que se logre algo durante el camino hacia la meta, las personas pueden dotarse de un premio. Esto puede generar mayor energía en ellas.
- Tramitar las emociones: El estrés, el miedo y la ansiedad son emociones que pueden hacer sucumbir las metas dentro de un proceso. Darse cuenta de ellas, comprenderlas y hacerlas a un lado puede ayudar a reencausar el camino.