Pablo Arroyo, médico veterinario y director del Centro Clínico Veterinario Palvet, expresa que, aunque en la actualidad hay un gran enfoque hacia el cuidado de los humanos por la pandemia de covid-19, es importante prestar atención a la salud de los animales que viven en casa.
Arroyo comenta que en el caso de los perros, aunque no representan un riesgo de transmisión del nuevo coronavirus, deben ser tratados con las mismas medidas higiénicas que se suelen tener en el diario.
En ese sentido, hábitos del perro como defecar u orinar variarían, ya que los dueños no pueden sacarlos debido al confinamiento. Arroyo comenta que esta situación podría ser distinta entre perros cachorros y grandes.
Paulo Bolaños, entrenador de caninos en Sportdog, coincide en que la reducción de espacio y el impedimento para los perros de salir, podría significar un reto para los propietarios. Dicho esto, recomienda algunas medidas para que las mascotas logren hacer sus necesidades, sin salir de casa.
En cachorros
Si el perro ha llegado recientemente a la casa, y hay un área verde en la misma, se puede establecer un espacio lejos de donde el cachorro come y duerme.
Bolaños agrega que se debe llevarlo después de las conductas que indican que necesita “ir al baño”. Estas pueden ser el constante olfateo del suelo o que caminen en círculos.
Para quienes no poseen un patio en casa, el entrenador recomienda utilizar pañales o colocar alguna alfombra sintética que simule ser grama.
Estas pueden ser fáciles de limpiar ya que suelen ser de plástico. Paulo indica que pueden colocarse en alguna esquina o espacio no tan concurrido, y que, a la vez, esté lejos del lugar donde el perro se alimenta y descansa.
En perros grandes
En el caso de los perros que están acostumbrados a salir y hacer sus necesidades, el entrenador señala que se les puede colocar macetas con bambú.
El perro podría asociar la figura rígida del bambú con la de un árbol o poste en la calle, donde suele orinar o defecar. Recomienda colocarla en algún balcón (de contar con apartamento) o bien, en alguna esquina no concurrida del patio o jardín. De igual forma, se puede emplear la técnica del tapete sintético.
Paulo comenta que si el dueño decidiera seguir la rutina que emplea cada vez que el perro necesita salir e “ir al baño” no es tan recomendable, ya que detonaría mucha emoción en el perro y en realidad, no podrán salir.
Por esto sugiere conducirlo al espacio destinado (la maceta o la alfombra) después de ver que este olfatee o camine en círculos.
El entrenador indica que, una vez cumplidas las nuevas modalidades de ir al baño por parte de los canes, se les puede recompensar con alguna golosina, o dar una congratulación que aluda a su buen trabajo y comportamiento.
Gozar desde casa
Además de los cuidados de higiene que se viven en el diario, Bolaños apunta que el tiempo de confinamiento puede utilizarse para mantener activos a los perros. Una actividad que pueden realizar los dueños consiste en colocar el alimento en distintas partes de la casa para que el perro las ubique.
Según el entrenador, 20 minutos de juego con el olfato equivalen a una hora de caminata para los perros, ya que se activa la mente y el cuerpo.
Por otra parte, Pablo Arroyo indica que los juguetes para perros pueden ser un atractivo para ellos, e impediría que se aburran o tiendan a morder algunos artefactos como muebles. El veterinario indica que estos estímulos permiten que el perro tenga un tiempo de calidad a pesar del confinamiento.
Arroyo también recomienda habilitar algún espacio en desuso dentro de la casa, en el cual el canino pueda moverse. El veterinario agrega que, en el caso de los cachorros, es recomendable que reciban el Sol por los beneficios de la vitamina D, que permitirá al pequeño absorber calcio.
Se les puede exponer en un lugar donde entre luz a la casa, como un patio o terraza, durante 20 minutos entre las 09 y 10 horas, así como durante la tarde entre 15 y 17 horas.
Pablo agrega que la temporada de reclusión para las personas puede ser un alivio para los caninos que viven en casa, ya que están acompañados durante todo el día. Arroyo comenta que el grado de unión entre ambos puede fortalecerse en estas circunstancias.