Recursos legales para la mujer
La ligereza con la que ahora se acaban los matrimonios.
Con frecuencia conocemos problemas del maltrato, abuso emocional, explotación y amenazas contra la mujer. Además de discriminación y prejuicios, que al final, terminan destruyendo vidas y hogares.
Estamos viviendo en un mundo cada vez más cambiante y las nuevas generaciones están ahora más informadas por los medios de comunicación. Así, se enlazan con otras culturas que influye fuertemente en sus vidas. Los sociólogos dicen que lamentablemente no solo se imitan aspectos positivos, sino también los negativos.
Tantos factores que pesan directamente en esta gran cantidad de hechos adversos que amenazan el matrimonio. Entre otros, el maltrato físico, la incompatibilidad de caracteres, adulterio, problemas sexuales, dificultades económicas y enfermedades psicológicas.
Otro factor que ahora facilita la separación de la pajera es la superación de la mujer, intelectual y económicamente. Esto le permite liberarse para no seguir soportando el maltrato, la explotación y la humillación de su pareja. Hace apenas unas décadas, la mujer soportaba todo por temor al divorcio y no poder subsistir con la carga económica de los hijos, o porque así era la cultura de esos años, aceptando que el esposo tuviera uno o más hogares fuera del matrimonio.
Los tiempos han cambiado bastante por el papel digno de la mujer. Pero también el divorcio es un recurso legal del cual no debe abusarse, sino hasta agotar el último recurso. Solo cuando se trata de casos justificados y de matrimonios infelices, cuando ya no hay amor. Entonces es una opción legal que salva la dignidad y una solución a los problemas de crisis.
Esto escribe una lectora motivada por lo que a ella le está pasando: “Rina, le escribo respecto al artículo que publicó en Prensa Libre el jueves pasado. Sobre el caso, quiero informarle que existe un bufete en defensa pública gratuito para las mujeres que son víctimas de abuso. Este ayuda a resolver problemas conyugales; está localizado en la 11 calle entre 10. y 11 avenidas de la zona 1.
Además, quiero comunicarle que me identifiqué con este problema, que yo resolví vendiendo papel, latas botellas y más; hasta que al fin me ayudaron en el juzgado de familia, ordenando una pensión mensual a mi favor. Soy esposa de un profesional, que hasta vació mi casa, llevándose todo el menaje que tenía.
Por falta de fondos yo no podía contratar un abogado, pero en la torre de tribunales me enviaron a este bufete donde resolví mi problema. Tengo 67 años y soy residente americana. Todo estaba listo para regresarme a los Estados Unidos, pero un sobrino vino a pedirme posada y me robó mis chequeras. Hoy él está en la zona 18, pero me quedé sin fondos para mi regreso. Ahora no sé qué hacer”.
Como estoy escribiendo en el Día de la Mujer, me permito dejarles esta cita de Víctor Hugo: “El hombre es un código; la mujer un evangelio/ El código corrige, el evangelio perfecciona”.
rina.montalvo@gmail.com