Salud y Familia

Sarampión: el devastador impacto del virus en el sistema inmunitario

El sarampión tiene un impacto devastador en el sistema inmunitario del cuerpo, que podría dificultar la lucha contra nuevas infecciones durante años.

El virus en un principio causa secreción nasal, estornudos y fiebre, pero puede ser letal.

El virus en un principio causa secreción nasal, estornudos y fiebre, pero puede ser letal.

El sarampión tiene un impacto devastador en el sistema inmunitario del cuerpo, que podría dificultar la lucha contra nuevas infecciones durante años.

Según demuestran dos estudios, el virus puede causar “amnesia inmunológica”, lo que significa que el cuerpo olvida cómo combatir los virus que una vez supo vencer.

El sarampión también lleva el sistema inmunitario a un estado “similar al de un bebé”, comprometiendo su capacidad para idear formas de combatir nuevas infecciones.

Los expertos dicen que estos hallazgos muestran la importancia de la vacunación.

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es un virus que inicialmente causa secreción nasal, estornudos y fiebre.

Unos días más tarde, produce una erupción con manchas que comienza en la cara y se extiende por todo el cuerpo.

La mayoría de las personas se recuperan, pero en los casos más graves el sarampión puede causar discapacidad de por vida.

Incluso puede ser mortal, especialmente si causa neumonía en los pulmones o encefalitis (hinchazón en el cerebro).

Se estima que 110.000 personas mueren de sarampión cada año en todo el mundo.

Erupción provocada por sarampión.
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Una erupción con manchas en la piel es el síntoma más obvio de una infección de sarampión.

¿De dónde vienen estos hallazgos?

Los hallazgos se basaron en detallados análisis a niños no vacunados en una comunidad protestante ortodoxa en Países Bajos.

Se les tomaron muestras de sangre y se hizo lo mismo dos meses después de un brote de sarampión en 2013.

Investigadores en Estados Unidos, Reino Unido y Países Bajos analizaron las muestras para evaluar el impacto del sarampión en el sistema inmunitario.

La atención se centró en los anticuerpos, las pequeñas proteínas que se adhieren a los invasores extraños, y los glóbulos blancos que los producen.

¿Cómo elimina la memoria inmunológica?

El sistema inmunitario tiene un recuerdo de los invasores hostiles que ha combatido antes.

Parte de esta memoria se mantiene en la memoria de las células B, un tipo de glóbulo blanco especializado en producir anticuerpos.

Pero el virus del sarampión puede infectar y destruir estas células, causando “amnesia inmunológica”.

Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos, analizaron muestras de sangre de 77 niños.

Utilizaron una herramienta llamada VirScan, una especie caña de pescar que puede atrapar miles de tipos de anticuerpos.

Esto le permitió al equipo crear una imagen increíblemente detallada del sistema inmunitario de los niños antes y después de una infección por sarampión.

Anticuerpos
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Los anticuerpos son pequeñas proteínas en forma de Y que pueden adherirse a la superficie de bacterias y virus.

Los resultados, publicados en la revista Science, mostraron que los niños perdieron en promedio el 20% de su repertorio de anticuerpos.

Uno de los niños, que tuvo una infección grave de sarampión, perdió el 73% de los tipos de anticuerpos que podía producir.

“El sarampión es como los primeros 10 años de una infección por VIH no tratada, condensada en unas pocas semanas. Ese es el tipo de daño en la memoria inmunológica”, le dijo el doctor Michael Mina a la BBC.

¿Qué tan grande es el problema?

No todos los anticuerpos importan.

Un anticuerpo puede ser uno de los muchos que hacen muy poco, pero otro puede neutralizar por completo a un intruso microscópico.

“Si eliminas ese, entonces tienes un problema”, le dijo el profesor Stephen Elledge a la BBC.

Esencialmente, es un juego de azar, pero cuantos más anticuerpos se eliminen, mayores serán las posibilidades de golpear a uno crucial.

Y sin él, el cuerpo puede ser vulnerable a la infección otra vez.

Niño con sarampión.
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Según el estudio, los niños que sufrieron sarampión perdieron en promedio el 20% de su repertorio de anticuerpos.

Esto se confirmó en el estudio con la desaparición de un anticuerpo particularmente conocido (para neutralizar el virus sincicial respiratorio) en algunos niños.

Elledge dijo que el sarampión era aún más peligroso de lo que la gente pensaba, ya que podría haber “cinco veces o más muertes indirectas debido a la amnesia inmunológica” que las causadas por la infección inicial.

Los investigadores piensan que el mayor problema se encuentra en el África subsahariana, donde niños desnutridos tienen más probabilidades de perder grandes extensiones de su sistema inmunitario.

¿Cómo dificulta el sarampión la lucha contra las nuevas infecciones?

Además de las células B de memoria, hay células B ingenuas, y es en estas últimas en las que confiamos para combatir algo nuevo.

“Son la armadura debajo”, dijo la doctora Velislava Petrova, del Instituto Sanger.

Su estudio, publicado en el medio especializado Science Immunology, analizó a 26 niños y también mostró que el sarampión puede borrar la memoria de infecciones previas.

Pero la investigación además demostró que el virus también afecta a las células B ingenuas.

Estas células tienen su ADN reordenado —un proceso llamado recombinación somática— por lo que el sistema inmunitario puede producir una gran variedad de anticuerpos de respaldo.

La esperanza es que uno de ellos funcione contra una nueva infección.

Bebé con sarampión.
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La investigación vio que los niños tenían más probabilidades de morir durante los dos o tres años posteriores una infección por sarampión.

Los bebés comienzan produciendo un rango muy estrecho de anticuerpos, que se vuelven cada vez más variados con la edad.

El sarampión “presiona el botón de reinicio”, por lo que el sistema inmunitario solo queda con un rango limitado de anticuerpos.

“El virus del sarampión eliminó las células de la memoria inmunológica creadas en respuesta a otros patógenos que habían visto antes”, dijo la doctora Petrova.

“También devolvieron el sistema inmunitario a un estado similar al de un bebé, donde tienen una capacidad limitada para responder a los nuevos patógenos”.

¿Cuánto duran estos efectos?

Los estudios se centraron solo en las consecuencias inmediatas de una infección de sarampión.

Sin embargo, la investigación se inspiró parcialmente en un estudio que salió en 2015, que proporciona algunas pistas sobre lo que sucede a largo plazo.

Este analizó los patrones en las causas de muerte en los países ricos y mostró que los niños tenían más probabilidades de morir durante los dos o tres años posteriores una infección por sarampión.

Esos resultados sugieren que puede tomar ese tiempo la recuperación por completo del sistema inmunitario.

Los cronogramas pueden ser diferentes en los países más pobres, donde las enfermedades se propagan más fácilmente, sugieren los investigadores.

¿Hay algo que pueda hacerse al respecto?

Hay dos respuestas a esta pregunta, y ambas son la vacunación.

Vacuna contra el sarampión.
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Ser inmunizado contra el sarampión elimina prácticamente el riesgo de contraer sarampión.

Pero si el sarampión destruye el sistema inmunitario de alguien, los investigadores sugieren que tal vez necesite vacunarse nuevamente.

“La revacunación contra la poliomielitis puede no parecer importante en Reino Unido o Estados Unidos, pero en Afganistán (uno de los pocos lugares donde la enfermedad aún es endémica) es posible que quieran vacunarse nuevamente”, dijo el doctor Mina.

“Es doblemente importante asegurarse de que usted y sus hijos estén vacunados contra el sarampión”, dijo, por otro lado, el profesor Arne Akbar, presidente de la Sociedad Británica de Inmunología

¿Hay otras formas de memoria inmunológica?

Sí.

El estudio solo analizó los anticuerpos y las células B que los producen, pero también hay células T de memoria igualmente importantes.

El sarampión también puede infectar estas células, pero aún no se han realizado estudios sobre lo que les sucede.

“Tenemos evidencia anecdótica realmente interesante que sugiere que la respuesta de las células T se vería afectada de manera muy similar”, explicó Mina.

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