La Federación Industrial de Productos de Limpieza de Alemania (IKW) explica por qué con estos ejemplos:
– No mezclar suavizante con detergente
Esta mezcla no funciona, se disuelve mal en el agua y puede obstruir el compartimento del suavizante, indica la IKW.
Por lo tanto, el suavizante debe utilizarse solo y en su propio compartimento de la lavadora. Además, debe entrar en el tambor de la lavadora recién en el último ciclo de enjuague. La idea es que, en la medida de lo posible, la suciedad y los restos de detergente ya se hayan eliminado de los tejidos en los ciclos de enjuague anteriores.
– No verter detergente en el compartimento del suavizante
Tampoco hay que verter el detergente en el compartimento del suavizante, ya que, si se hace eso, no habrá detergente disponible en el ciclo de lavado que sí lo necesita.
Por otro lado, esta secuencia puede dejar residuos de detergente en el tejido, lo que, según la IKW, puede provocar enrojecimientos de la piel al usar la prenda. El suavizante, en cambio, está diseñado para actuar como una película protectora sobre las fibras del tejido.
– No utilizar detergente multiuso para la lana
Es importante usar productos específicos para lavar las prendas de lana, de modo de evitar arruinarlas. De acuerdo con la IKW, los productos específicos para la lana no contienen blanqueadores, suavizantes o encimas. Estos descomponen -químicamente- los compuestos proteínicos que componen la lana y la seda. Además, la solución detergente normal afieltra la lana y le quita suavidad.
