Por el contrario, el calzado deportivo con protecciones de moda tiende a hacer que el corredor adopte la técnica opuesta: hacer el primer contacto con el suelo con la parte posterior del pie, en la zona calcánea (el llamado apoyo retrasado). Esto genera importantes golpes de impacto que inciden de manera negativa en el rendimiento deportivo del atleta.
Un número creciente de corredores apoyan esta técnica de correr descalzos, animados por diversas investigaciones que están sacando a la luz las ventajas e inconvenientes de esta forma de ejercitarse, según el sitio muyinteresante.es
Podría decirse que el calzado que el ser humano ha llevado durante milenios ha sido bastante minimalista, apenas unas suelas protectoras para no maltratar la planta de los pies.
Sin embargo, desde hace tres décadas, han surgido constantes avances tecnológicos que han cambiado de forma radical el diseño de elementos funcionales del calzado deportivo: mediasuelas acolchadas, tecnologías de control de movimiento, capas de diversos materiales para optimizar la capacidad de amortiguación, ventajas que son cuestinadas por científicos.
En el citado estudio llevado a cabo en España, publicado en la revista Journal of Sport and Health Science, se recogen los resultados obtenidos después desarrollar un programa de entrenamiento de doce semanas basado en carrera descalza que ha permitido comprobar los efectos producidos en los atletas.
Los corredores de apoyo retrasado cambiaron hacia un patrón más adelantado, tanto a velocidad de carrera confortable (del 55.6 por ciento de apoyo retrasado pasaron al 11.1 por ciento) como a velocidades más altas (del 58.3 por ciento de apoyos retrasados al 13.8 por ciento).
Los autores del estudio advierten de la necesidad de ser prudente a la hora de iniciarse en la práctica de la carrera descalza.
