Mi propuesta es iniciar éste nuevo período con buenas vibraciones, con música, mi deseo para el proyecto que tenemos pendiente, que hemos dejado de lado o sigue empapelado, llego el momento, bienvenido 2024. Te propongo comenzar con la claridad de tu intención, y ampararnos en la música, iniciando con la nota “DO”, que significa el arranque, la fuerza, el poder de iniciar, lo que pronto veremos hecho realidad.
El sonido pasa por aceleraciones y desaceleraciones que lo componen, el “DO” nos da la entrada, pero luego aparece el “RE” que son todas aquellas situaciones que se nos presentan como retos para conseguir nuestro objetivo, problemas, dificultades, situaciones en las que si no tenemos claridad en la intención dejamos de lado nuestro gran proyecto.
Aristóteles señalabá que una de las motivaciones más grandes de todo ser humano es resolver problemas, y es aquí donde damos la bienvenida a la nota “RE”, El negociador debe entender que somos creadores soluciones y que la tarea no es encontrar culpables. Naturalmente hacemos parte de una cultura occidental, donde en esa pirámide de valores darle la responsabilidad de nuestros malos momentos a un culpable alivia el individualismo.
Cuando encontramos un culpable en la negociación nos alejamos de nuestra responsabilidad, y si este fin de año esta sentado allí deje de sentir que no lo comprenden o que los malos son los otros. Por ello cundo continuamos con nuestras notas musicales, llegamos al “MI”. Y ese es un momento de crecimiento, es cuando debo asumir la responsabilidad que me corresponde. El conflicto que existe entre usted y esa persona tiene un nudo y debemos saber como se produjo.
Entre “MI y FA” hay una desaceleración, porque el sonido se convierte en un semitono, y así es en la vida real frente a los problemas, pierdo el tono que traía y bajo la intensidad y el proyecto se perderá, debemos volver a impulsarnos, para continuar la melodia y cerrar el ciclo.
Cuando cometemos una equivocación en la negociación y no somos conscientes de ello, existe alta posibilidad de volver a equivocarnos, por ello revisar las equivocaciones en el 2023, hará de nosotros un diferente 2024, detengase en la nota “MI” que es nuestra responsabilidad, para cambiar la tonalidad y hacer del 2024, un año diferente, no por los otros, es por el solo hecho de que aprendimos que la música depende de nosotros.
Siente un enemigo en su mesa para fin de año
Yesid Barrera, doctor en ciencia política y sociología.
