El síndrome metabólico representa un gran problema de salud pública. Su incidencia ha aumentado de manera considerable en los últimos años y su asociación con las enfermedades cardiovasculares ha logrado que se le considere como la principal causa de mortalidad en todo el mundo y un motivo importante de discapacidad en edad laboral, con gran repercusión en los costos asistenciales que ello conlleva para los sistemas de salud.
De 7 mil millones de habitantes, un mil 610 millones lo padecen en todo el mundo, como consecuencia de una transformación radical del estilo de vida al disminuir la actividad física desde edades muy tempranas de la vida y tener una mala alimentación.
Para hacer el diagnóstico de síndrome metabólico han surgido múltiples criterios y definiciones, debido a esto en el 2009 se unificaron. De acuerdo con esta declaración conjunta, se hace el diagnóstico cuando tres de los cinco factores de riesgo establecidos están presentes.
- Obesidad central, es decir, un exceso de grasa en la zona abdominal. Perímetro abdominal para hombres mayor o igual a 90 cm. y en mujeres mayor o igual a 80 cm.
- Niveles elevados de triglicéridos: más de 150 mg/dl.
- Niveles bajos de colesterol HDL (colesterol bueno), definido como menos de 40 mg/dl. en los hombres y menos de 50 mg/dl. en las mujeres.
- Presión arterial mayor o igual a 130/85 mm/Hg.
- Elevación de glucosa en sangre en ayunas igual o superior a 100 mg/dl.
La evaluación del síndrome metabólico debe realizarse en todas las personas con sobrepeso u obesas y en aquellos que presenten algún factor de riesgo de diabetes o enfermedad cardiovascular, como hipertensión, dislipidemia o sedentarismo.
El tratamiento tiene como objetivo ayudar a los pacientes a perder peso y normalizar el metabolismo de lípidos y carbohidratos, y la presión arterial. Además del ejercicio, se prescribe una dieta balanceada. A menudo también se requiere medicamentos dependiendo de los factores de riesgo cardiovascular predominantes.
Prevención
Un estilo de vida saludable puede prevenir las afecciones que causan el síndrome metabólico.
- Hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días.
- Consumir verduras, frutas, carnes magras y cereales integrales.
- Limitar la sal y las grasas saturadas de la dieta.
- Mantener un peso saludable.
- No fumar.
- Reducción o control de estrés.
- Limitar el consumo de alcohol.
Prevención
Dr. Rómulo de León, Miembro de la Asociación de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición de Guatemala
En los últimos 30 años se ha reportado un incremento en la prevalencia de 12 a 23%.