Las bacterias pueden infectar varias áreas de las vías urinarias, pero la más común es la vejiga. Esta infección se llama “cistitis”, y en las mujeres cuando los cuadros no son complicados suelen estar procedidos por relaciones sexuales. En los hombres, suele complicarse y ocurrir como resultado de una infección ascendente de la uretra o próstata.
También es común la pielonefritis en mujeres, una infección bacteriana del parénquima del riñón. De acuerdo con el Manual MSD, en la mayoría de los casos de esta infección es por el ascenso de las bacterias a través del tracto urinario. “En los hombres, la pielonefritis se debe siempre a algún defecto funcional o anatómico”.
En los hombres, la mayoría de las infecciones urinarias son uretritis (infección de la uretra causada por bacterias, cuando no logran acceder a este órgano y colonizan las numerosas glándulas periuretrales) y pielonefritis.
“Lo que más afecta una infección urinaria es la vejiga, el uréter y el riñón. Debido a que las mujeres tenemos la uretra más pequeña somos más propensas a esta enfermedad”, dice la ginecóloga Silvia Martínez.
Síntomas de infección urinaria
Los síntomas de una infección urinaria varían en cada persona, pero los más comunes son dolor o ardor al orinar, mal olor en la orina y la presencia de puntos blancos o sangre en la orina. También se tiene necesidad de ir al baño con urgencia, pero solo se expulsan pequeñas cantidades; dolor en la parte inferior del abdomen y en la espalda baja.
Algunas veces también se tiene dolor de cuerpo, escalofríos, fiebre y cansancio. “Asimismo, hay pacientes que no tienen ningún síntoma, pero al hacer un examen de orina simple o un urocultivo (cultivo de orina para diagnosticar una infección) sale positivo, añade Martínez.
Factores de riesgo
Algunas personas tienen mayor riesgo de contraer una infección urinaria. Alejandra Gómez, ginecóloga, indica que las mujeres son más propensas a tener esta enfermedad porque la uretra es más corta y está más cerca del recto, lo que facilita que las bacterias ingresen a las vías urinarias.
Sin embargo, también la actividad sexual, el embarazo y la menopausia, por los cambios hormonales, podrían generar este tipo de infección. Además, enfermedades crónicas como la diabetes y los cálculos renales influyen en que las bacterias se reproduzcan fácilmente.
La edad es un factor de riesgo. En el caso de las niñas se genera comúnmente por mala higiene (después de orinar o defecar hay que limpiarse de adelante hacia atrás, para evitar que se arrastren gérmenes a la uretra), en la edad fértil es por relaciones sexuales, embarazos, el uso de jabones vaginales o espermicidas; mientras que en los adultos mayores es por la menopausia o mala higiene.
Los síntomas no cambian, los más comunes son los que se mencionaron anteriormente.
Infección urinaria en el embarazo
Las infecciones urinarias son comunes durante el embarazo por la retención de orina y la dilatación y disminución del movimiento de la vía urinaria. Aproximadamente el 15 por ciento de las mujeres en gestación pueden tener gérmenes en su orina sin que se presenten síntomas.
La enfermedad podría aumentar el riesgo de trabajo de parto pretérmino y la rotura prematura de membranas. Por ello, ante los primeros síntomas es importante consultar al médico.
El tratamiento de la infección urinaria sintomática no cambia por el embarazo, excepto que deben evitarse los fármacos que pueden dañar al feto. Cuando la enfermedad es asintomática se debe tratar como si fuera una infección normal. Recuerde la importancia de no automedicarse.
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Tratamiento y prevención
Esta enfermedad se trata por medio de antibióticos, aunque dependerá de los síntomas y la causa. “Se recomienda al paciente que se realice un urocultivo previo a dar tratamiento antibiótico para saber qué bacteria está creciendo y cuál es el medicamento que da sensibilidad a este microorganismo y se pueda combatir”, explica la ginecóloga Martínez.
La profesional indica que las personas no se deben automedicar, ya que la mayoría de las veces lo único que se genera es resistencia al medicamento. Por lo que después se requiere de un medicamento más fuerte.
Remedios caseros para infección urinaria
Además del tratamiento, existen remedios naturales que ayudan a combatir los microorganismos que provocan la infección urinaria y a calmar los síntomas.
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María José Ovalle, terapeuta en medicina natural y coaching en salud holística, recomienda aumentar el consumo de agua, evitar alimentos procesados y condimentados, evitar el consumo de café, consumir frutas y verduras ricos en vitamina C y evitar el consumo de azúcar. Además, enlista algunos remedios caseros que beneficiarán al organismo durante esta enfermedad.
- Aceite de coco: Tomar una cucharada de aceite de coco en un vaso de agua tibia por las mañanas, durante siete días. Esto ayuda a disminuir y mejorar el malestar, por ser antibacteriano.
- Té de arándanos: consumir un litro durante el día, por siete días. La relación es de 100 gramos de arándanos en un litro de agua. Tomar como agua de día, sin azúcar.
- Té de Perejil: para prepararlo se requieren 5 ramas por taza. Lo ideal es tomarlo dos veces al día, durante 7 días.
- Jugo de sandía: tomarlo en ayunas y sin azúcar.
- Té de albahaca morada o blanca: colocar 10 gramos de planta por taza de agua, hervir tapado y tomar 3 tazas al día, por 5 días.
- Té de cola de caballo: sus propiedades depurativas ayudan a combatir la infección. Colocar 10 gramos de planta por taza de agua, hervir tapado y tomar 3 tazas al día, por 5 días.
- Té de abedul: limpia vías urinarias. Agregar 10 gramos de planta por taza de agua, hervir tapado y tomar 3 tazas al día, por 5 días.
