Las redes sociales pueden debilitar nuestro autocontrol, además de complicar nuestra economía y activar conductas negativas por impulso.
Estas tienen la capacidad de provocar vulnerabilidad a la presión de grupo, dañar tu autoconcepto de “autoestima”, pueden en cierto momento crear un sentimiento de soledad y frustración por compararse con los demás, explica Margarito Castro, máster en psicología y salud mental.
El grado de dependencia emocional y psicológica es tan grande que se equipa al consumo de un alimento que se disfruta, debido a la segregación de dopamina que expulsa. Según Guido Aguilar, psicólogo, se considera el frecuente uso de redes sociales como una adicción psicológica ya que genera la estimulación de las hormonas asociadas a la excitación y el placer, exacerba la emoción, la competencia, el entretenimiento y deriva en una sensación placentera inmediata a través de la comunicación y el juego.
Los corazones y el pulgar hacia arriba se han convertido en un símbolo de valor y reconocimiento social.
Si una publicación no alcanza las reacciones deseadas genera frustración. “Los usuarios se han vuelto más introvertidos, se aíslan con sus pantallas considerando equivocadamente que están socializando. La interacción virtual, los likes en Facebook y otras redes sociales afectan a quienes viven en función de la aprobación de personas que muchas veces ni conocen. Tienen la falsa percepción de tener muchos amigos y esto ha favorecido el desarrollo de conductas obsesivas como revisar constantemente las redes sociales (no sea que se estén perdiendo de algo). Si pierden u olvidan sus teléfonos celulares entran en comportamientos ansiosos e irracionales y hasta comportamientos agresivos” explica Aguilar.
Para reducir la ansiedad social por el hambre de likes es importante ser conscientes del uso de los dispositivos, estableciendo y cumpliendo reglas de cortesía y funcionamiento en el hogar y en el trabajo. Es importante dar la atención y respeto que se merece la persona que está frente a uno. Existe una obsesión con los corazones que se olvida vivir cada instante de la vida.
Los avances tecnológicos han penetrado en el tejido social de una forma inteligente e ingeniosa, casi universal de interconectividad: las redes sociales. De acuerdo con Castro, estos son algunos conceptos que clarifican este tipo de adicción, sin sustancias:
- Adición comportamental
Causa la pérdida del control de una conducta; su característica, igual que las adicciones con sustancias, crea dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia e interferencia de manera severa en la vida de las personas.
- Adicción psicológica
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad física y psicoemocional que crea dependencia hacia una sustancia, actividad o relación. En esto se involucran factores biológicos, genéticos y psicosociales.
- Adicción conductual
Se pierde el control sobre una actividad y la capacidad de decidir entre hacerlo o no. Entre los principales signos para identificar esta conducta se encuentran: necesidad irresistible e intenso deseo de realizar una determinada actividad.
No obstante, los límites entre un comportamiento normal y un comportamiento adictivo están aún por determinarse, sobre todo cuando se hace referencia a las adicciones del comportamiento o psicológicas, agrega Castro.
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Las adicciones psicológicas como las compras, trabajar, jugar, internet y redes sociales no son reconocidas por La American Psychiatric Association (APA) como adicciones, sino como problemas de control de impulsos.
El uso desmesurado de las redes sociales está interfiriendo en la frecuencia y el grado de comunicación familiar y en el rendimiento laboral. Es necesario establecer nuevas reglas de cortesía, como dejar los celulares y otros dispositivos fuera de la mesa en tiempos de comida, trabajo o cuando se conversa con otra persona; en conciertos, conferencias, reuniones y otras actividades sociales. En general es necesario educar sobre evitar la necesidad de caer en la tentación y la presión de responder de manera inmediata a los mensajes de otros; y de hacer público hasta lo que se come, agrega Aguilar.
Castro identifica cómo puede afectar en los distintos roles:
- Familiares
• Despreocuparse por la pareja e hijos.
• Ser constantemente desordenado.
• Saber que algo es indebido y siempre hacerlo.
• Tener una vida desordenada.
• Realizar gastos innecesarios.
• Olvidar hacer los pagos del mes.
• Desentenderse de los errores.
• Poca higiene en el hogar.
• Accesos de cólera inexplicable.
• Irritabilidad.
• Levantarse tarde y con dificultad.
- Sociales
• Interrumpir a personas cuando están hablando.
• Conducir sin prestar atención al vehículo.
• Presentar un mal comportamiento.
• Mentir para aprovechar una situación, sabiendo que es un engaño.
• Responder de forma poco asertiva.
• Olvidar las obligaciones contraídas – préstamos.
- Laborales/estudio
• Llegar siempre tarde al trabajo/estudio.
• Ausentarse de reuniones laborales o académicas.
• Incumplir con las normas establecidas.
• Tomar un examen sin haberse preparado.
• Retrasar entregas de tareas o informes.
• Incumplir acuerdos.
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Claves para detectar que se sufre una dependencia a redes sociales
- Ver el celular cada 10 minutos y es lo primero que revisas al levantarse.
- Frustra no obtener un feedback positivo cuando haces una publicación.
- Revisar los perfiles de los demás y hacer comparaciones de vida.
- Sentir la necesidad de publicar y fotografiar todo lo que sucede, incluso cuando se habla con otras personas.
- Preferir las conversaciones por internet que juntarse cara a cara.
- Estrés si se olvida el celular o se queda sin datos móviles.
Desconectarse de las redes
A nadie le gusta admitir que está enfermo, pero las señales son claras y si se siente irritado, inquieto y triste por no lograr las impresiones necesarias en una publicación, esa es una adicción a las redes sociales.
Las recomendaciones de Castro para contrarrestar esta adicción:
- La aceptación es el primer paso para salir del problema.
- Asignar un horario para utilizar las redes sociales.
- Desactiva los datos móviles para evitar la tentación de usar el teléfono en la calle.
- Si es imposible controlar la adicción y ya tiene problemas familiares, buscar ayuda profesional.
Para el uso saludable de las redes sociales:
- Reducir el tiempo de pantalla.
- Ajustar las horas de conexión de manera pactada y racional.
- Impulsar actividades distintas, deportes, viajes con amigos, lectura, arte, voluntariado, estudio, meditación.
- Estimular al máximo la comunicación con la familia, amigos, conocidos.
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