Esto generalmente se hace a partir de los 40 a 45 años, pero existen factores de riesgo como sobrepeso, enfermedades crónicas, fumar o beber alcohol con regularidad que pueden llevar al galeno a pedir estudios antes de esa edad, dice Luis Fernando García, internista y oncólogo.
Una hematología completa, es decir, examen de sangre, el control de la presión arterial y una colonoscopía, son las principales pruebas que debe solicitar el especialista cada año, se tengan síntomas o no.
Ahora bien, a medida que la edad avanza, estas revisiones cobran mayor importancia. Es parte del envejecer. Aunque las pruebas varían entre hombres y mujeres por cuestión de sexo, todos deberían atender a este llamado por precaución. Luego, vendrán para ellas los que pida el ginecólogo y en ellos el solicitado por el urólogo, indica un estudio realizado por la revista especializada Calidad de Vida y Salud.
“Debemos aprender a observar nuestro cuerpo más detenidamente y estar atentos a cambios que surgen de manera natural”, comenta Cayetana Varela, médico general, a la mencionada revista.
El metabolismo cambia y la asimilación de azúcares y grasas se dificulta. Los microbios en el intestino, enzimas y mucosas digestivas cambian también, por lo que es normal tener sensibilidad o restricciones a ciertos alimentos, con más frecuencia que antes.
El tejido conectivo se empieza a deshidratar y se produce menor cantidad de colágeno y otros nutrientes de los cartílagos, explica Varela, lo que puede afectar tendones y articulaciones. Además, “otras esferas como la sexualidad, la piel o simplemente la energía vital diaria se vean naturalmente afectadas”, debido a cambios hormonales, agrega la profesional.
Prevenir no está de más
Las revisiones anuales ayudan a comprobar que todo está bien y si no es así, permiten detectar afecciones en una etapa temprana, lo cual siempre es conveniente, explica García.
“Estos ajustes los deberíamos adaptar a la rutina y estar dispuestos a acudir al médico para asegurarnos de que esas novedades en nuestro cuerpo son normales”, aconseja García.
Hacerlo permitirá que con revisiones completas y menos invasivas se retrasen e incluso se prevenga la aparición de enfermedades típicamente iniciadas a los 40 años, desde el síndrome metabólico a inflamaciones articulares o afecciones más serias como la diabetes, artritis o enfermedad renal, por ejemplo.
Estudios imprescindibles
En sangre
La hematología muestra los niveles adecuados o peligrosos de colesterol, triglicéridos y azúcar, que dan lugar a las llamadas enfermedades silenciosas como la diabetes, los problemas cardiovasculares y la posible presencia de algún tipo de cáncer.
Colonoscopía
Se realiza con el fin de saber si la persona tiene pólipos (masa de células que se forma y crece en el colon). Normalmente son benignos, pero con el paso de los años pueden mutar a cancerígenos, por lo que es recomendable extirparlos al encontrarlos.
Orina
A menudo se realiza para chequear si hay una infección de las vías urinarias, problemas renales o diabetes.
Toma de la presión arterial
Tiene como fin determinar su normalidad, de lo contario puede ser indicador de enfermedades cardíacas o renales por lo que deberá llevar el control con frecuencia.
Mamografía y papanicolaou
Los solicita cada año el ginecólogo a las mujeres para determinar que no haya presencia de células cancerígenas en las mamas o en el cérvix.
Antígeno prostático
Todos los varones mayores de 45 años deben someterse al examen de detección temprana de cáncer prostático, si tienen historia familiar de este padecimiento deben considerar realizarse el examen a los 40 años.
Las recomendaciones
La mejor prevención se centra en tener una dieta adecuada, hacer ejercicio moderado y evitar los vicios, esto desde la niñez, recomienda el gastroenterólogo Alejandro Hernández Monroy.
Una buena dieta no se trata de morir de hambre, sino en tener balance. Comer frutas, beber líquidos, ingerir verduras, carnes blancas de preferencia, carne roja en menos cantidad y magra, es decir sin grasa y, evitar la comida chatarra. Con ello se promueve que las personas estén más saludables.
El ejercicio no implica correr todos los días 21 kilómetros, por el contrario, se pueden hacer de 20 a 45 minutos de caminata, baile, bicicleta estacionaria o trote moderado. Incluso bailar, ayuda a la circulación.
Si se siguen estas recomendaciones, la calidad de vida aumentará su expectativa, se evitarán las enfermedades silenciosas y sobre todo el cáncer de colon que en este momento a nivel mundial aparece en 40 de cada 100 mil personas, indica el gastroenterólogo.
Llegada la edad adecuada, un paciente sano no tendrá problemas de colesterol alto o diabetes y su presión arterial será normal. Pero lo más importante es que no necesitará tomar una gran cantidad de medicamentos que a la final perjudican más su cuerpo y su bolsillo, afirma Hernández.
El 80 por ciento de los guatemaltecos con cáncer, lo tienen en el colon
“No existe diferencia entre los estudios que se le solicitan a un hombre o a una mujer, excepto los relativos a su sexo”. Alejandro Hernández Monroy, Gastroenterólogo.
AGÉNDELO
Para recordar su chequeo anual, póngalo en su calendario el día de su cumpleaños, un aniversario importante, el día que nació su hijo mayor, por ejemplo, esto evitará que lo olvide.
