Vida

Secretos familiares

Comportamiento: Más del 75% de los casos de abuso sexual infantil suelen ser ejecutados por personas conocidas

?Nadie tiene derecho a maltratarte ni a tocar tu cuerpo. Si alguien te mira o acaricia de una forma extraña y no te gusta, es correcto decírselo a la persona que te brinde más confianza y respeto. Si un individuo te enseña su cuerpo desnudo o sus partes íntimas, significa que se está exhibiendo, aléjate de él o ella y denúncialo?.

Estas son algunas recomendaciones que todo niño debería conocer como la palma de su mano, para así evitar ser objeto de abuso sexual, aseguran los especialistas. Este tema es importante discutirlo en casa, en la escuela o cualquier lugar que brinde atención infantil, para que los chiquillos tengan conocimientos de los actos abusivos a los que pueden estar expuestos. Asi mismo, se les debe hablar no sólo sobre temas sexuales, sino también de dinero, trabajo y valores, que deberían ir acorde a su capacidad de aprendizaje.

?No debemos tratarlos como adultos, sino como niños que se están formando?, indica el psiquiatra Jacobo Muñoz Lemus, médico forense del Ministerio Público.

¿Qué es?

?El abuso sexual infantil es la experiencia más devastadora en la vida de un niño o niña, porque los lastima físicamente y los hiere social, familiar, moral y espiritualmente?, asegura la psicóloga clínica Lourdes Saravia de Mazariegos.

Secuelas

El psiquiatra Muñoz indica que los pequeños llegan a presentar secuelas psicológicas a corto, mediano o largo plazo, las que pueden ir desde reacciones ansiosas hasta descompensaciones psicóticas, (estado emocional intenso o una perturbación mental).

Las alteraciones más comunes son: bajo rendimiento escolar, miedo a ser nuevamente agredido, agresividad, demanda de afecto desproporcionada, aislamiento, regresiones (como orinarse en la cama), rabia y precocidad sexual.

A nivel inmediato los chiquillos pueden presentar trastornos escolares, distracción, falta de concentración, fallas en el aprendizaje. Así como ansiedad, vergüenza, tristeza, problemas para dormir y masturbaciones compulsivas. A mediano plazo: conductas antisociales, mentiras, peleas, robos; o conductas autodestructivas, que revelan una baja autoestima, tendencia de ser victimizados y muchas veces promiscuidad, prostitución y alcoholismo.

Son inocentes

El abuso sexual infantil no tiene ninguna relación con las características físicas o la edad del pequeño o adolescente como muchos quieren hacer creer cuando aseguran que son los chicos quienes seducen al individuo. El abuso sexual tiene que ver más con los sentimientos inadecuados del adulto quien tiene una mala relación con personas de su edad y descarga sus deseos en seres indefensos, sobre los cuales tiene autoridad, agrega Saravia.

?Su calidad de niños, su estilo de vida e incapacidad para defenderse hacen que de alguna manera sean más susceptibles a ser atacados?, añade el doctor Muñoz.

Un pequeño abusado siempre será una víctima, ya que la capacidad sexual plena sólo llega después de los 21 años de edad, cuando el individuo tiene una identidad lograda, un discernimiento claro y buena información de lo que será su vida íntima.

En familia

Los autores de la mayoría de los casos de violaciones suelen ser personas conocidas, especialmente familiares (abuelos, tíos, padres, primos), quienes se aprovechan de la cercanía para tener a la mano al pequeño. Incluso al saber que se trata de alguien conocido, creen poder negar la situación y mantener el acto en silencio, ésto complica la situación, agrega Muñoz.

Además, cuando los parientes se llegan a enterar, la situación no cambia, pues se considera que es algo vergonzoso que no debe decirse jamás, se desvalora los sentimientos de la víctima y se le culpa de lo sucedido por temor a enfrentar o encarar al abusador. Sin embargo, es importante denunciar el hecho a la defensoría de la niñez o la Procuraduría General de la Nación. Pero lo más importante es ayudar al pequeño para que reciba la atención médica y psicológica correspondiente.

Más comunicación

Es necesario que en casa prevalezca la armonía, amor, respeto y comunicación, de ésta forma el infante crecerá en un ambiente de confianza y entenderá quienes son sus amigos. Hágale sentir que siempre le creerá y que es lo más importante para usted; dígale que lo ama incondicionalmente, más que a cualquier otra persona; enséñele a poner límites a las demás personas para que lo respeten. Además, ayúdelo para que le tenga confianza y le cuente acerca de la convivencia con sus compañeros, maestros y otras personas que tienen relación de alguna forma con desarrollo.

Las personas que hayan sido víctimas de violaciones, deben saber que ?no existen traumas de la niñez o adolescencia que no puedan ser resueltos o integrados. El ser humano tiene una habilidad única para resolver su propio dolor emocional y superarlo. Por ello, esa vivencia que sienten de vergüenza, desesperanza, dolor y conflicto, pueden transformarla por una vida de esperanza, libertad y luz, con sólo recibir amor, comprensión, acompañamiento y orientación, para abrazar su propia historia?, agrega De Mazariegos.

Prevención

Cuando los niños son todavía totalmente dependientes, se debe tener control sobre ellos en todo momento. La psicóloga Lourdes de Mazariegos recomienda algunas medidas preventivas:

No delegue a otras personas su responsabilidad de cuidar o velar por el bienestar y la seguridad de sus hijos e hijas.

No lleve a sus hijos a lugares o con parientes con los cuales se sienten incómodos, respete esos sentimientos de alerta o intuiciones protectoras ante un ambiente que les resultar dañino.

Crea siempre en sus hijos y en su capacidad de intuir cuando están cerca de un peligro.

Supervise cuando personas adultas se acerquen demasiado. La responsabilidad de crearles un mundo mejor, agradable y seguro es de usted.

Cuando los niños crecen y aprendan a distinguir lo que es suyo y lo que es de los demás; conozcan sus derechos y obligaciones, se les puede dar autoridad sobre su propio cuerpo, dígales cuáles son esas partes privadas y que nadie puede tocar.

Reconfírmeles que ellos son los únicos dueños de su cuerpo y nadie más. Asegúrese que nadie, ni papá, ni mamá, ni el médico, ni los maestros, pueden hacer con ellos lo que quieran.

Cuando tengan chequeo médico o visita al dentista, usted debe entrar con sus pequeños y supervisar la forma como son tratados o se les toca.

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