El arzobispo Ramón Casaus y Torres se propuso inaugurar la Catedral en 1815 para celebrar la Semana Santa en ese nuevo edificio. El Miércoles Santo 15 de marzo fue llevada en procesión la Virgen del Socorro desde el templo de Santa Rosa hacia el flamante recinto. Se gastó hasta ese día 600 mil pesos.
Etapas
Según un estudio de Josefina Alonso de Rodríguez, en el libro Santiago el Mayor y sus Catedrales en Guatemala, el cual se ha conservado inédito, el desarrollo de la Catedral tuvo tres etapas: la llamada Parroquia Mayor —cuando funcionó a partir de 1524 en el Valle de Iximché—, la Catedralicia —a partir de 1534, cuando se nombró obispo a Francisco Marroquín, ya en el valle de Almolonga— y su ascenso a la Catedral Metropolitana, en 1743.
Luego de ser trasladada a la Nueva Guatemala de la Asunción, ocupó varios edificios temporales, hasta que se concluyó con la construcción definitiva en su actual sede en 1815, aunque aún no tenía sus campanarios ni su espadaña central, los cuales se culminaron hasta 1867.
Los planos originales del arquitecto Marcos Ibáñez son el punto de partida de los subsiguientes arquitectos, pero no es factible establecer con certeza si ellos introdujeron modificaciones, según expone el libro Los tesoros de la Catedral Metropolitana.
El cronista Domingo Juarros y Montúfar calificó la portada “como la pieza más elegante y bien acabada en su especie que se ha visto en este reino”.
Video sobre las cosas que no sabía acerca de La Catedral.
Este templo, de estilo neoclásico, que es el principal de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala, está ubicado en la única manzana del Centro Histórico, y permanece inalterado desde hace 200 años, según la obra Catedral Metropolitana, Relicario de fe, tomo III, de José Luis Colmenares.
Por su gran valor histórico y artístico, el gobierno declaró en 1968 a la Catedral Metropolitana Monumento Nacional.
“La catedral ha sido testigo de grandes acontecimientos de la ciudad, convirtiéndose en el edificio más emblemático de la metrópoli guatemalteca y es una muestra de su desarrollo arquitectónico”, concluye el historiador Haroldo Rodas.
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