En retrospectiva, eso no debería ser algo sorprendente. Las Chromebooks son baratas y fáciles de manejar, lo que las vuelve populares en las escuelas apegadas a un presupuesto y con personal limitado de apoyo técnico y ahora el Wi-Fi es lo suficientemente común en las escuelas y casas en el país como para convertir al dispositivo dependiente de internet en un dispositivo práctico para los estudiantes.
En asociación con Samsung, Google lanzará nuevos modelos diseñados para atraer a un rango de consumidores más amplio. Tienen varias funciones similares a las de una tableta, incluyendo un stylus (un lápiz digital), controles táctiles y una articulación de 360 grados que permite girar la pantalla. Sale a la venta el domingo en Estados Unidos a un precio de US$449. Una versión más potente saldrá al mercado en abril por US$100 adicionales.
Google y sus socios fabricantes intentan desterrar la percepción de las Chromebook como dispositivos costosos y de bajo rendimiento, pero incluso con los modelos Premium, será difícil expandirse más allá de las escuelas de Estados Unidos.
En lo referente a las computadores personales y tabletas, la porción de Chromebook en el mercado educativo estadounidense fue del 49% el año pasado, un aumento respecto al 40% de 2015 y el 9% en 2013, de acuerdo con cifras de la International Data Corporation (“Corporación Internacional de Datos”, IDC por sus siglas en inglés) dadas a conocer esta semana.
Pero la educación representa tan solo el 14% de los 110 millones de dispositivos que se enviaron a Estados Unidos el año pasado y las Chromebooks consisten en únicamente el 9% de ese total. Sus números también son bajos en el extranjero, incluso en las escuelas.