Desde antes de la llegada de los teléfonos inteligentes ya existían métodos para traer de vuelta a la vida a los antiguos celulares de tipo “frijolito”, que aún se aplican para las nuevas generaciones. Sin embargo, no todo lo que se lee o se dice para arreglar un móvil mojado es cierto, por lo que hay que informarse bien y saber cómo y hasta qué punto es posible salvarlo.
Importante
Lo primero que debe saberse es que un celular mojado no debe encenderse por ningún motivo ni tampoco conectarse al cargador, ya que esto puede ser fatal para su mecanismo interno y el móvil podría quedar inservible.
El procedimiento de emergencia más utilizado, y que más éxito tiene, consiste en quitar la humedad del móvil con un secador y con arroz, tal y como aquí explicamos, pero esto requiere de paciencia. Además, el usuario debe saber que no es un método infalible y que con algunos dispositivos no funciona.
El método del arroz
Aunque no siempre funciona, aumenta las probabilidades de salvar el celular. Primero, debe desmontarse el gadget por completo —quitar batería, tarjetas de memoria y SIM, la cubierta, cobertores de puerto de audífonos, etc.—.
Luego, con un pequeño aspirador con boquilla estrecha, succionar toda la humedad, incluyendo la de los puertos —5 minutos por cada uno—.
Por último, se coloca el móvil en un bowl o bolsa llena de arroz seco y se deja ahí tres días. Con paciencia y un poco de suerte, cuando arme de nuevo el celular, este se encenderá.
Qué no hacer
- En internet algunos usuarios sugieren ciertos métodos para recuperar celulares que no funcionan y pueden dañar aún más el dispositivo. Uno de estos es usar una secadora para quitarle la humedad. Es contraproducente para el smartphone porque esparece aún más el agua en su interior.
- Tampoco, por ningún motivo, debe secarse en un hondo microondas.
- Debe evitarse el calor, y esto implica no colocar el móvil al aire libre para que le pegue el sol durante tiempo prolongado. Podrían derretirse algunos adhesivos.
- No es bueno agitar el smartphone mojado. Es mejor usar una toalla para secarlo.