Un resumen sobre estos temas:
Funciones
Hace mucho que se pueden hacer más cosas que mandar textos. Hay chats de grupo, intercambio de fotos, videos, datos, llamadas telefónicas. “Todos los servicios ofrecen las funciones básicas”, explica Fabian Vogler, de la revista Chip. Pero hay algunas particularidades a tener en cuenta.
Por ejemplo en las llamadas: WhatsApp o Signal permiten hacer llamadas solo con la propia aplicación. Google Hangouts las admite también por VoIP en la red fija o móvil, algo que puede ocasionar gastos extra en impuestos.
Flexibilidad: La mayoría de los messenger se usan con el smartphone. ¿Pero qué pasa si a veces se quiere enviar mensajes desde la tablet o la PC?
WhatsApp por ejemplo ofrece una aplicación para navegadores de Internet llamada Whatsapp Web pero que solo funciona si el teléfono con conexión a Internet está cerca.
Otros programas brindan mejores soluciones, sobre todo porque no están vinculados a un número determinado.
Hangouts y el Facebook Messenger permiten chatear con otros aparatos sin problemas, señala Vogler.
Grupos: la clave es lo amplio que debe ser. Whatsapp admite un máximo de 256 miembros, Threema 50, Hangouts, 100.
Protección de datos
Los SMS y llamadas telefónicas se enmarcan en las leyes de telecomunicaciones de cada país, que normalmente protegen a los usuarios, pero esto no es siempre así en el caso de los mensajes de texto, señala Kriegeskotte. La forma en que estos programas tratan los datos de contacto y los contenidos de los chats es muy diferente y se establece en las condiciones de uso, indica Fabian Vogler.
WhatsApp no es muy transparente y también tienen puntos débiles Hangouts y Facebook Messenger. Otros se promocionan en cambio con su política de protección de datos como Threema o Signal, en los que las empresas administradoras no tienen acceso a los contenidos de las conversaciones o los datos de los participantes. Los contenidos enviados por Snapchat desparecen tras la lectura y se borran a más tardar en 30 días.
Usuarios
No suelen ser las funciones las que marcan el éxito, sino sobre todo el número de usuarios.
WhatsApp domina el mercado pese a que hay muchos otros servicios con mejores funciones. Pero lo que cuenta es cuánta gente lo usa, porque al fin y al cabo de lo que se trata es de comunicarse con los demás.
Quien no quiera usar los grandes nombres del mercado sino que otorga más valor a la esfera privada, a que las imágenes se borren o a los filtros fotográficos, tendrá que promocionar su elección entre los amigos. “Lo mejor es convencer a todo un grupo a la vez con argumentos sobre funciones específicas”, dice Vogler.
Y siempre queda el SMS, que es independiente de aplicaciones y que sólo requiere tener el teléfono del otro, señala Nick Kriegeskotte.
